Guadiana del Caudillo - Badajoz

En un naranjal florido
de la Valencia la bella
Alicia y su marido
estaban con otro en la huerta

Excelente cocinera
que con manos primorosas
condimentó una paella

comieron hasta saciarse
y con frenesí bebieron
y al pobre del marido
le rindió un profundo sueño

Quedaron solo los dos
en el naranjal florido
y un ramillete de azahar
quedó en su pecho prendido.

Se la llevó a un limonero
que entre naranjos nacidos
y bajo sus frondosas ramas
los dos quedaron tendidos

Dame el fuego que preciso
que no me da mi marido
y le prometió en su énfasis
regalarle un vestido

No quiero ningún regalo
ni quiero ningún vestido
ya me lo has dado todo
lo que no me da mi marido

La levantó de la tierra
le puso bien el corpiño
mientras el pobre marido
dormía lo mismo que un niño.