Madrid. Enrique Jardiel Poncela le escribio el siglo pasado este poema a Nueva york y no sabia que estaba escribiendo un futuro poema a Madrid,yo lo arreglo una mijina y ahi va. Una ciudad con un rio, chinos negros y judios con identicos anhelos. Y millones de habitantes, pequeños como guisantes vistos desde un rascacielos. En invierno,un cruel frio que hace llorar.En estio, un calor abrasador. Soledad entre las gentes, comerciantes y clientes. Un templo junto a un teatro. Veintitres o veinticuatro religiones diferentes. Agitacion,disparate. Un anuncio en cada esquina, musica,jugo de tomate, chicle,whisky,gasolina. Circulacion,periodismo, diez ediciones diarias que anuncian noticias varias y todas dicen lo mismo. Parques con una caterva de amantes sobre la hierba. Oficinas sin tinteros, con ordenadores y ficheros, y con patronos groseros, con caras de aves de presa. Espectaculos por horas, sandwichs de pollo y pepino, ruido de remachadoras, magos y adivinadoras de la suerte y del destino. Hombres de un solo perfil con una nariz infantil y los corazones viejos; el cielo pilla tan lejos que nadie mira a lo alto. Radio,brigadas de asalto, sed,coca-cola,sudor, cemento,acero,basalto, garajes con ascensor. Prisa,bolsa,sobresalto, dinero y dolor, un infinito dolor corriendo por el asfalto entre un Seat y un Ford. Suciedad junto a limpieza. Miseria junto a riqueza. Junto al lujo mal olor. dicho y no va mas ,señor. Besitos.
|