La democracia según el PP Cada vez son más las voces que piden a Zapatero que no repita en 2012, es más, que se vaya cuanto antes. Y no me refiero a los palmeros y escobillas periodísticos varios que llevan pidiendo elecciones anticipadas y mociones de censura que no se las creen ni ellos desde hace más de año y medio, sino de sectores y actores cercanos al PSOE cuando no del mismo PSOE. A día de hoy el partido socialista está como ha estado el PP desde que Rajoy certificó su aura de perdedor y de maceta política: todos dicen en privado que hay que quitarlo pero nadie se atreve a hacerlo en público. Tal vez la sustitución de Zapatero se haya convertido en emergencia nacional, pero la permanencia de Rajoy en el PP es directamente una tragedia para nuestra democracia y nuestro país. Porque llegados a este punto hay que tener muy claro que en nuestro país no solamente existe una crisis económica brutal, sino también una crisis social y política que es la más profunda de nuestra historia. Solamente, quizás, en el experimento de Amadeo I que nos llevó a la I república existía una clase política tan mediocre, egoísta y nefasta, como la que actualmente padecemos.Por esto mismo se puede decir, sin temor a equivocarse que, al margen por supuesto de la ETA, Mariano Rajoy es lo peor que nos ha pasado a los españoles, gracias a la soberbia insufrible de Ánsar (ya en la época del dedazo no era Aznar) y de un partido como el PP que ha permitido la prostitución de su naturaleza para ser repoblado por un elenco de dirigentes tan fieles a Rajoy como inútiles e inservibles para los españoles. Bien es verdad que Leire Pajín ha hecho parecer a Soraya la versión en miniatura de Teacher, pero esto solamente viene a confirmar por qué los españoles ponen a los políticos como un problema mayor que el terrorismo. Ahí están las últimas encuestas, no me lo invento yo. Pero yo animaría a Rajoy, y a su compadre Arenas, a que refunden el PP y lo conviertan en el PPC: Partido Popular Carroñero, porque esta es la única estrategia, el único proyecto y el único fin de la actual derecha española. No hay desgracia o crisis, sea de la naturaleza que sea, donde no aparezca el PP para sacar partido, ya se llame Juan José Cortés o las infamias interesadas de que España puede acabar como Grecia. El PP no está haciendo una oposición legítima sobre la crisis económica, sino que está boicoteando y contribuyendo muy activamente a socavar la imagen de España para que así conseguir su auto profecía. Lo que nos lleva a pensar que el PP solamente respeta la democracia cuando le conviene. Yo ya sabía que desde la realidad nacional de Arenas, una de las estafas más monumentales de este vividor de la política a sus votantes andaluces, todo criterio nacional y patriótico del PP se reducía al patriotismo del sillón, cuya patria es el poder. Pero una cosa es darlo todo para y por el poder, algo desde luego ética y moralmente reprobable, y otra muy distinta es cuestionar el estado de derecho, negar corrupciones propias acusando a la policía de estar al servicio del PSOE, acusar sin pruebas al gobierno de que realiza escuchas ilegales, y participar de manera activa y entusiasta en las campañas de desprestigio e infamias sobre la situación económica española. Porque todo esto solamente tiene un nombre: conspiración. Y dos apellidos: golpismo político. |