Más de 200 gallegos buscan a sus familiares ´paseados´ en la Guerra Civil La edad de familiares y testigos que les pueden ayudar a desenterrar a las víctimas de la Guerra Civil juega en su contra. Hace días, mientras un equipo de arqueólogos de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) exhumaba una fosa en Tejedo del Sil, vecinos de la localidad leonesa velaban en el tanatorio al hijo de uno de los paseados en ese lugar en octubre de 1937. "Los nietos de las víctimas de la dictadura tienen una edad que les permitirá hacer realidad el deseo de sus padres. Pero muchos de los hijos ya han muerto sin recuperar los restos de sus desaparecidos. Aunque la dictadura de Franco terminó hace más de treinta años, más de 5.000 familias siguen buscando a sus desaparecidos en los miles de enterramientos clandestinos en cunetas, montes y tapias de cementerio. Desde que la ARMH exhumó la primera fosa del franquismo en Priaranza del Bierzo (León), en el año 2000, el equipo ha recibido la petición de más de 200 familias gallegas para recuperar los restos se sus allegados, pero son menos de la mitad las que están documentadas y localizadas. Las solicitudes se disparan en los meses de verano, coincidiendo con las campañas de exhumación que los equipos de arqueólogos realizan por todo el territorio. En Galicia, la ARMH hizo su primera exhumación en verano de 2003. Fue en un monte de Ourense, donde permanecía enterrado el andaluz Miguel Cardeñas desde que había sido fusilado en 1949. A esa primera actuación en Galicia, se suma la apertura de ocho fosas más -Portomarín, O Vicedo y A Fonsagrada, en Lugo; As Pontes, O Pino, Ames, en A Coruña; Areas y Xinzo, en Pontevedra-. En total: 33 cuerpos exhumados en Galicia. Ocho años de trabajo que se traducen en más de 100 fosas abiertas en España y más de mil cadáveres recuperados. La campaña de exhumaciones de este año comenzó hace un par de meses. En la lista prevista por la ARMH hasta otoño, hay una decena de fosas en Burgos, Zamora, León, Palencia y Asturias. Además de las dos que prevén abrir en Quiroga y Mondoñedo (Lugo), los arqueólogos retomarán los trabajos iniciados el año pasado en O Pino y Ames, donde esperan localizar un total de siete cuerpos.
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