Barcarrota - Badajoz

Hace unos días participé en un programa de radio sobre la Biblioteca de Barcarrota junto a Fernando Serrano y Juanma González, fue una gozada, os dejo el enlace, por si es de vuestro interés.
Abrazos.Santiago

https://ww.ivoox.com/dl-88-especial-libros-la-biblioteca-secreta-audios-mp3_rf_1225483_1.html

Después de la Reforma, en España se mantuvo un "cordón sanitario" encaminado a evitar que los españoles leyeran publicaciones ligadas a la Enciclopedia y a los autores que pusieron en marcha la Revolución Francesa. Así, después de 1780 hay frecuentes quejas ante la Santa de que estaban introduciendo en el territorio nacional libros catalogados por el obispo de Jaén en 1788, con el calificativo de "apestados", refiriéndose a un envío que llegó por mar y, el obispo de Plasencia (la que a Dios place) hace llegar a Carlos III por mano del confesor real, una representación en la que se insistía en que había que prohibir la circulación de todas las obras de Voltaire por lo que se hacía necesaria la vigilancia en las fronteras por donde entraban los escritos (como ahora las armas o las drogas o el tráfico de blancas, de las maneras mas insospechadas como, por ejemplo: papel viejo envolviendo efectos variados o en el forro de los sombreros o dentro de los abanicos.
Por eso, el 13 de diciembre del año 1789, se dispone ya de una lista de obras prohibidas o libros apestados elaborada por la Santa, que había que impedir que entraran y se divulgaran.

Entre otra medidas, a propuesta de Floridablanca (también conocido como Rosita la Pastelera) se ocupó la frontera pirenáica con un gran número de tropas aconsejándose que, si con la Infantería no era suficiente, que
habría que cerrar los pasos con la Caballería y los Dragones y, si era preciso, echar mano de Granaderos y Cazadores de Milicias...

En los puertos, la cosa era más fácil.

Después de la Reforma, en España se mantuvo un "cordón sanitario" encaminado a evitar que los españoles leyeran publicaciones ligadas a la Enciclopedia y a los autores que pusieron en marcha la Revolución Francesa. Así, después de 1780 hay frecuentes quejas ante la Santa de que estaban introduciendo en el territorio nacional libros catalogados por el obispo de Jaén en 1788, con el calificativo de "apestados", refiriéndose a un envío que llegó por mar y, el obispo de Plasencia (la que a Dios place) hace llegar a Carlos III por mano del confesor real, una representación en la que se insistía en que había que prohibir la circulación de todas las obras de Voltaire por lo que se hacía necesaria la vigilancia en las fronteras por donde entraban los escritos (como ahora las armas o las drogas o el tráfico de blancas, de las maneras mas insospechadas como, por ejemplo: papel viejo envolviendo efectos variados o en el forro de los sombreros o dentro de los abanicos.
Por eso, el 13 de diciembre del año 1789, se dispone ya de una lista de obras prohibidas o libros apestados elaborada por la Santa, que había que impedir que entraran y se divulgaran.

Entre otra medidas, a propuesta de Floridablanca (también conocido como Rosita la Pastelera) se ocupó la frontera pirenáica con un gran número de tropas aconsejándose que, si con la Infantería no era suficiente, que
habría que cerrar los pasos con la Caballería y los Dragones y, si era preciso, echar mano de Granaderos y Cazadores de Milicias...

En los puertos, la cosa era más fácil.

Como querían mucho a sus súbditos por aquella época, no querían que se contagiaran en los extranjeros, por eso, el rey de todas las Españas, dispone en 1790, que ninguno de sus muy leales y fieles vasallos y los otros tampoco, salgan bajo ningún pretexto a educarse en el extranjero sin que él, les de permiso explícito y, para evitar esa tentación de viajar o de leer, entre los años 1789 y 1805, cuando ya reinaba por estos pagos un tal Carlos IV de Borbón, conocido también con el sobrenombre de “el Cazador”; que era esposo de una señora al parecer muy amiga de nuestro paisano el medio portugués Godoy quien, por entonces, era ya madre del después motejado como “el Felón”, que fue el rey español que dijo unos años después eso de: “marchemos todos juntos y yo el primero por la senda de la Constitución” (refiriéndose a la Pepa) pero que, a continuación y sin vergüenza, declaró el absolutismo el muy “felón” o , dicho de otra manera, hijo muy adulto de la cabra hispánica y que ya no es cabrito; se regula restrictivamente la enseñanza de lenguas extranjeras y, dando ejemplo como Dios manda, el fraile Diego de Cádiz nunca quiso aprender francés “en odio a los malos libros que llegaban a España escritos en esa lengua”.
Eran tan celosos los monarcas españoles en esas materias que, por Real Orden de 31 de julio de 1794, se suprime en todas las universidades y estudios, << las cátedras de que modernamente se han establecido de Derecho Público y Derecho Natural y Derecho de Gentes>>.

Salud.

En relación con este peligroso tema de la información, Rosita la Pastelera leyó ante el rey un informe en el que descollaba el peligro de las ideas revolucionadas escuchadas por personas y estamentos y, sobre todo, por los vasallos ignorantes que eran atraídos por la esperanza de la libertad además, de pagar menos tributos y de la igualdad con gente de más rancio abolengo. Por eso, el 1791, es el año en el que se ttomaron las medidas más duras y, se prohíbe toda información en los papeles periódicos quedando autorizado sólo: El Diario de Madrid de pérdidas y hallazgos y, también queda prohibida toda noticia en bueno o en malo del reyno de Francia.

Aquél mismo año, Joaquin Lorenzo Villanueva publicó un Catecismo del Estado según los principios de la religión católica y, a Lázaro de Ribera se le atribuye una Cartilla Política en la que hay un pasaje que dice:
¿Quién es el Rey de España?
Un señor tan absoluto que no reconoce superior temporal sobre la tierra
¿Cómo se llama?
El Señor Don Carlos III
¿De dónde se deriva su potestad real?
Del mismo Dios
¿Es sagrada su persona?
Sí, padre.

Ni que decir tiene, que la Inquisición actúa con poderes plenos y que, la gente, aterrorizada, si estaban en posesión de libros que pudiesen ser incriminados, se anticipaba al registro de los inquisidores entregándoselos o, como en el caso de Barcarrota, emparedándolos. Y eso no que era procedentes de Francia ni hablan de libertad, igualdad, fraternidad.

Salud.

Quizá es el caso de Francisco de Peñaranda, médico extremeño que, antes la tesitura de que le fundieran los plomos en la hoguera o el potro, los escondió bajo la argamasa.
Pero, ya para entonces, La Santa, tenía un grave problema porque, lo que pasa es que las ideas no necesitan permiso para viviry, las ideas políticas ligadas a la revolución francesa, se expandieron traspasando cordones sanitarios y vigilantes de puertos marinos y de montañas; con o sin dragones aduaneros y sin tener en mucha consideración a los inquisidores.

Salud.

Esas ideas, para penetrar en este mundo cerrado tan atrasado y ya muy diferente no sólo al francés de aquellos momentos sino al del resto de Europa, se valían de unos elementos que, ¡quién lo iba a decir!, se dedicaban al trapicheo de mercaderías interfronterizo, a lo que los aragoneses decían "famosos" en su adepción de habilidosos. O sea, los contrabandistas. Que hacían igual que algunos de nuestros abuelos o padres durante nuestra última criminal posguerra pero, en vez de pasar la Raya e ir a Portugal, iban y venían desde Bayona en Francia, hasta este lado de los Pirineos.

Salud

La verdad Salustiano que es un gozo leer tus reflexiones, siempre aportan valor añadido. gracias.

Gracias a ti, barcarroteño.
Yo, que por deformación profesional quizá, soy más desconfiado que un garduño, me siento alagado cuando alguien escribe públicamente, escribe esto que tú has escrito. Gracias.

Pero sigo, porque el tema es largo aunque es bien cierto que se podría resumir:
Decía ayer, que las ideas no necesitan permiso para vivir pero, es verdad que, a veces, tienen que ser escondidas bajo siete mil llaves si no quieres que te corten el pescuezo y, francamente, en este País que desde hace poco llamamos España, así, en general, para simplificar supongo, si somos aficionados a algo, es a degollar a la gente y, si degollarlos no podemos, por lo que sea, al menos tratamos de despellejarlos. Deporte este al que nos entregamos con especial fruición siempre a excuso aunque, en público, alardeemos exhibiendo nuestras muy altas razone y superiores miras.

No sé ahora si ya he perdido el hilo o no pero, que quede claro que, para divulgar esas ideas disolutas , aquellos españoles que se jugaban la cabeza, usaron una técnica ya muy explotado por el poder de toda la vida desde Constantino el Grande hasta entonces. Los catecismos , que nos llegan a este corral de cabras desde la Lombardia en italiano por los puertos mediterráneos; como ahora nos entra el chocolate o la blanca y los trabajadores marroquíes o senegaleses en busca de un futuro que en su tierra su oligarquía hoy aún les niega y, por Zugarramurdi o Roncesvalles en Pamplona cruzando los frescos valles norteños.

He aquí el Padrenuestro:

Creo en la República francesa, una e indivisible, criadora de la
igualdad y la libertad; en el general Bonaparte, su hijo único, defensor
nuestro, el cual fue concebido de grande espíritu; nació de
madre virtuosísima, padeció sobre nuestros montes y cerros, fue
por tiranos vilipendiado, muerto y sepultado; descendió al Piamonte y
al tercer día, resucitó en Italia, subió a Mantua, y ahora está
sentado a la diestra de Viena, capital de Austria; de ahí ha de
venir a juzgar a los poderosos aristócratas, en el espíritu de la generalidad de los franceses y en el gran directorio ejecutivo de París;
la resurrección del derecho natural del hombre, la futura paz, libertad,
igualdad y hermandad eterna.
Amén

Como se puede apreciar, la diferencia con el que pregona que Carlos III es un señor tan absoluto que no reconoce superior temporal en la tierra, es notabilísima.

Salud

Era El Credo de los católicos pero, escrito con un poco de guasa. Puede que la misma que usó ayer en el Congreso Alfred Bosch cuando exhibió la estalada para dar énfasis a su discurso sobre la libertad de pensamiento y opinión mal que les pese a los retrógrados convictos y confesos de toda la vida allí presentes que, además, hicieron otro de sus ridículos pues, que alguien me diga qué significa eso de presentar un texto contra la libertad de pensamiento y libre expresión y luego, votar contra el mismo.
Y es que; ¡hay que joese con estos salvapatrias mangacarteras!
Pero así son las cosas ya desde tiempos inmemoriales, una gran parte de españoles intentando sobrevir a la asfixia a la que los someten estas gentes que, además, son minoría, pero eso sí, una minoría que tiene a su disposición todos los medios, empezaando por los económicos que, en definitiva, son los que sirven para comprar a los demas, incluidas las voluntades que luego, se traducen en votos que, a su vez, los encumbran a ellos al poder. Y así sucesivamente un siglo tras otro.

Afortunadamente, contamos hoy en día con esta herramienta llamada internet, pero, observemos, ya han empezado por tomar uno de los pocos medios de información libre que nos quedaba, la RTVE.

Su tendencia,siempre es hacer leyes restrictivas de derechos y libertades y además, de evitar gastar en una Sanidad Universal que a ellos se la trae al pairo, hacen todo lo posible para que, si alguien enferma, no le quede otro remedio que ir, pagando, a las clínicas que ellos gestionan. (Fijaos lo que está haciendo la de la peineta y la mantilla negra en La Mancha y la condesa rubita teñida en sus madriles).

Pero su gran caballio de batalla, siempre es la Educación pues, es ahí, donde moldean el cerebro de la gente normal, hasta convertirlos en lacayos o, al menos, desactivar sus potencias de seres libres. Recordad que lo que se aprende de chico, ya no se olvida nunca hasta el punto, de que cuando nuestras neuronas empiezan a secarse, lo hacen por las últimas incorporadas y al final, sólo quedan activas aquellas que se activaron en la infancia o el seno materno. Normal por otro lado pues, son esas, las raíces de las que brotan todas las demás.

Leo, que la tontería, cuando entra en un gobierno de los nuestros, impregna a todos los departamentos y por eso quizá, el de Interior, quiere quitar de la circulacióna esas señoras que trabajan usando sus encantos naturales para sacar la guita al mayor número de varones diarios. (Perdonen que escriba en lenguaje Guindés mezclado con Montorés pero, es que este programa es muy timorato en estos asuntos linguistícos)

Salud.