Badajoz - Badajoz

Buen cortometraje realizado en la dehesa extremeña. La historia, personajes y ambientación muy buena. Los actores parecen sacados de esa época. Magnífico trabajo que ha tenido su recompensa.

Tú eres ministro de algo, lo sé porque sales mucho por la tele esa de la que os habéis apoderado los de tu partido y, también por las otras. Te sacan para resaltar la burrada que te hayan oído decir ese día. Ahora, por eso de que los alumnos y sus padres son todos unos radicales. Y lo serán, no lo dudo, ¿cómo voy yo a poner en duda lo que diga un ministro de algo como tú?, pero no son de los libres, digo de esos radicales libres a los que hacen ministros cuando ya so mayores.

El otro día, por eso de que que querías que en todas partes se hable como en Valladolid o en Zamora y claro, eso no puede ser pues, encima digistes de los habitantes de una determinada zona geográfica que al parecer no te caen bien, que ni siquiera la historia de España les enseñaban a los niños en sus colegios con lo que, de paso, enfadastes también a un montón de maestros de escuela, algunos de los cuales son de Salamanca o de Badajoz. Menos mal que los niños que salen de esas escuelas, dentro de lo malo, no están tan mal como los de las demás comunidades entre las que están, por desgracia, esas que te he dicho antes.

Claro que, como sigáis firmes en vuestra idea de no pagarle a los maestro si pillan un gripazo o se les rompe una pata intentando dominar a un zagalote histérico, la cosa irá cada día a peor porque, macho, es que no sé que pensar si es que eres así de nacimiento o es que te han encargado que vayas metiendo candela a todo aquello que funciona todavía, dentro de tu ámbito de competencias. Porque para eso te hiciero ministro de ese algo, esa cosa que quieres acabar de estropear como sea para que así ganen más los que te pusieron de ministro de ella. Por cierto, ¿ese cargo no iba a ser para Pons, el valenciano? ¿Cómo que te lo dieron a ti? ¿Fue `porque el otro está pringado como casi todos los demás PePodridos de Valencia con sus habituales chanchullos?
Se como sea, eso de ser ministro de algo, al parecer de Agitación y Propaganda del Régimen en su Primer Añó Triunfal, te sienta de maravillas.

Bueno, ya la has liado otra vez, primero conseguiste que los rectores de universidades dieran la espantá y te dejaran más solo que la una y, poco a poco, te has ido desprendiendo de lastre así, que ya estás tu solito con tus retrógradas tesis y tu camisa azul descolorida con yugos y flechas bordadas en rojo ayer a la luz de los luceros.

Como tienes unos días de huelga en el ramo de la educación, esa que tanto te hace falta, espero que no mandes a los robocops a pegarles palos a los niños y a sus señores papás aunque sean un poquito díscolos por que tú, desde lo de Valencia, estás hecho todo un Rambo y ya no sientes ni las piennas. Aunque no fío porque, como eres el amo de las latas de gasolina, igual eres capas de pegarle fuego a los colegios.

Salud.

Pues ya ves paisanete, aquí estamos de nuevo a nuestra edad, sin la maleta de tablas a los hombros pero como si la lleváramos. Es el siglo XXI, en los acabose ya del año doce. Con nuestros berrinches de viejos chochos y nuestros achaques. Y nuestras manías adquiridas y amasadas en un largo viaje hacia ninguna parte buscando siempre nuestras identidades. ¿Tú te acuerdas chacho? Sería a mediados de la década de los cuarenta del siglo pasado, año arriba año abajo, cuando nos echaron al mundo nuestras respectivas madres. Con mil fatigas y con mucha hambre; unos más que otros, nos fueron criando. Algo enclenques, eso sí, todo hay que decirlo. No eran años aquellos para tirar cohetes y menos aún, para padecer bulimia y otras de esas enfermedades propias de los hartazgos porque no teníamos nada, solamente dos manos, dos piernas y dos cabezas de las cuales, como ahora, una sola era para pensar y la otra era para calarnos la boina capada hasta las cejas. Chacho, ¿tú te acuerdas? Metimos los cuatro trapillos en una maleta de aquellas que hacían el Trolorongo o el Galera; que también eran músicos y recuerdo ahora que, uno tocaba el saxo y el otro el tambor y los platillos aunque, no podría decirte cuál de ellos se defendía mejor o peor con uno u otro instrumento en su boca o manos y, ¡hale hop!, a otros pueblos, en otras tierras, otros mundos, otras ciudades y otros pueblerinos y ciudadanos y otros acentos y otras lenguas y descubrimos, que había vida más allá de los estrechos y hoy ya secos cauces de los regatos María Antonia y Tardamasa. Y poco a poco fuimos enraizando en algún lugar del ancho mundo y a pesar o contra el parecer de los políticos de turno. Y cada día nos fuimos olvidando un poco más de nuestras infantiles querencias y llegó un momento, enfrascados como estábamos en nuestras propias vivencias para sobrevivir, que llegaron a pasar décadas enteras sin que se nos pasara siquiera por la cabeza el retorno a los lugares donde jugábamos o nos peleábamos cuando éramos chicos. Ya ves, es la vida bobo, como diría aquél pero, donde hubo fuego siempre quedan rescoldos y claro, la cabra tira al monte siempre y eso, también es ley de vida.

Un día, en alguna feria, te encuentras sentado en torno a alguna mesa de la Plaza Chica o de la Grande, desubicado, fuera de contexto, ya casi sin captar las ironías o las frases con retranca al uso y, hablando hablando, uno de los de allí, quizá el más sabihondo o patriota o patriotero y quizá más joven que tú, va y suelta esa frase lacerante que se te clava en el alma: “yo, jamás me iré de mi tierra porque esta es mi patria y aquí están enterrados mis ancestros”. Y tú, que te has hecho observador a base de mirar caras y analizar y reacciones, lo miras a los ojos y no ves más que la llama viva del incendio provocado por un simple. Pero la frasecita te va corroyendo lentamente las entrañas y poco a poco comprendes que si tu hubieras tenido allí todo lo que ha tenido desde su nacimiento el presunto filósofo, tampoco te habrías ido a recorrer el mundo y no por placer precisamente.

Pero fíjate paisano, ahora de nuevo, nuestros hijos, de algunos nuestros nietos ya, que además de estar en posesión de aquellos únicos valores que nosotros teníamos cuando levantamos el vuelo tienen, una sólida formación humana y profesional, pero se van, se van a otros países, a oír otros acentos y aprender otras costumbres y lenguas. Porque a la fuerza ahorcan. Porque este sitio donde vivimos ha sido devastado por gente sin escrúpulos, por trileros de esos que se les llena la boca con la palabra España o de los que dicen que son los que más aman a su patria chica o grande. Por gente que no irá nunca a la cárcel y menos, con las leyes del Código Gallardón que, aparte de no hacer ni puñetera falta, sólo tiene previsto que sea usado y abusado contra los robagallinas de siempre y, contra la gente así como tú y como yo, que sólo tiene dos cabezas, dos manos, y dos piernas. Para salir corriendo si ves venir hacia ti a los guardias de la porra acorazados como si fuesen a la guerra contra un enemigo dotado de fuerzas extraordinarias. Pero a ver quien corre ahora mucho tiempo si el ciático te está haciendo polvo y el úrico se te dispara en cuanto te pasas con el vinazo.

A fin de cuentas , ya sólo somos yayoflautas, iaioflautas si, de esa gente a los que ese ministro hijo o nieto de “gente de bien” al que todavía no hemos visto con su camisa azul y sus yugos y sus flechas, llama anarquistas o cosas muy malas porque secundan una huelga de estudiantes que, si consiguen pagar las tasas que él y otros como él han puesto y, terminan sus respectivas carreras, se tendrán que ir como tantos y tantos cientos de hijos o nietos nuestros sobradamente cualificados pero sin empleo siquiera como mileuristas en esta España suya de ellos, a trabajar a Alemania o a Suiza, como nosotros hicimos un día, pero sin maleta de tablas ni con los recuerdos de su infancia y adolescencia porque, no le caben en esas modernas con ruedecitas. Pero mirando hacia atrás con la misma ira y rabia aunque todavía no se hayan dado cuenta pues, el germen ya lo tienen dentro.

Quizá algún día vengan por Navidad o por la feria. O quizás no y entonces, quizás, algunos piensen que esta España tuya, mía, suya, de ellos, ha malgastado un tiempo y unos esfuerzos y una juventud, cuyos conocimientos, esfuerzos y logros si los hay, serán aprovechados por otros pueblos y naciones que no han tenido arte ni parte en su formación pero quizá vea a algún hijo o nieto de ciertos ministros de estos tan listos que tenemos hoy en día, ejerciendo el mismo cargo que está ejerciendo ahora su señor papá.

Salud.

Chapo Salustiano, más alto quizás el Félix ése que se tiró de 39 kms. de altura, pero más claro ni el agua.

Piri

Me alegro que te guste paisano.
Ya verás tú cómo al final, aprendemos medio jilvaná un escrito.

Salud.

No todo el mundo es en Extremadura ni ha sido nunca, como la clase gente que queda reflejada en Cuento de Lobos.

Escuchad estos sonidos de nuestros antepasados judios.
Son paisanos de Alburquerque.

Borrado por Foro-ciudad.com

Y por supuesto no es, como este Mojón de mierda

Salud

Dejen a estos cagajones
que son de borrico capao
de esos tan muy mucho guarrones,
que cuando le arreas unos estacazos
andan de lao y se van cagando por los corvejones

Por aquella época, entre los años setenta y setenta y tantos del siglo pasado, con el franquismo dando lo que parecían sus últimas boqueadas, la imagen del éxito nos la vendía alguien con más buenas intenciones que otra cosa por la mejor televisión de España que emitía en blanco y negro todavía, con el siguiente estereotipo: salía una carretera con varios carriles por donde no circulaba ningún otro vehículo y en muy buen estado, un peazo de coche descapotable y un señor muy atildado al volante; un dandi, como se decía ante y que ahora, si nos fijamos bien en lo que nos echan por esa misma televisión ya de colorines, es la mejor del PrePotente en el poder y gracias a su dios, que dirán ellos, para muchos años visto lo visto y, cuando este se detenía con una sinfonía de ruidos y humos de ferodos quemados, del mismo, bajaba el dandi con su pelo bien peinado y abrillantado y un clavel en la pechera de su impoluta indumentaria, muy parecido a ese tal Floro o Florencio que es voceras PrePotente en el Congreso quien, esgrimiendo un libro entre sus delicadas manos provistas de unas uñas recién tratadas por experta manicura o manicurista o como se diga, nos decía que, “un libro ayuda a triunfar”. Claro, se daba por descontado que el triunfo era conducir aquella bestia de coche por aquella peazo de autopista vistiendo ropas carísimas e ir atildado como si uno fuera aquél monarca francés que decía de sí mismo que él, era como el sol, porque todo giraba en su torno y por eso, es conocido como “el Rey Sol.

De entonces acá ha caído mucha agua y hasta ha habido un terremoto en Lorca del que nadie se acuerda ya además de que se murió el dictador. Hoy, parece que no es políticamente correcto definir el éxito con la palabra triunfo y menos, cuando hablamos de política ya que, la imagen que llevamos al cerebro del que escucha, es que ha salido vencedor en un duelo, es decir, ha eliminado o defenestrado o quitado del medio a su oponente pero, a pesar del subterfugio que se use para maquillar la dureza de ciertas expresiones, el caso es que, en esta batalla entre los que “triunfan” siempre sin importarles una papa si han dejado su trayecto hasta la cúspide sembrado de un mayor o menor número de cadáveres y, los siempre derrotados, menos pretenciosos que, a mi parecer, si tienen en cuenta que puede ser más gravosa una victoria obtenida pasando por encima de los caídos, sean indiferentes espectadores o enemigos acérrimos, que una derrota en la que el costo en vidas humanas y otras pérdidas materiales consistentes estas en derechos, libertades o la carencia cada vez más evidente de recursos para llenar los estómagos o al menos, disimular el hambre, es, además de una cuestión de ética, una cuestión de humana solidaridad con el resto de la especie pues, a fin de cuentas, el sol sale para todos o, eso es lo que decían antiguamente.

Pero no, la realidad está ahí, el éxito está presente en nuestras vidas y nuestras pantallas de plasma o cristal líquido o nuestros telefoninos móviles, con el que nos comunicamos a casi la velocidad de la luz un montón de sandeces y tonterías por segundo que significan un montón de ingresos para triunfadores anónimos que no suelen salir con su pelo engominado diciéndonos con voz impostada que si hacemos esto o lo otro, además de alcanzar el Valle de Josefad donde viviremos entre bellas huríes, también seremos la imagen ante nuestros vecinos, amigos y conocidos, del triunfo.

Si eso es así en lo individual, fijaros en lo colectivo:
Gran victoria de Feijóo en Galicia; lo que viene a demostrar que la política de “recortes” y “austeridad” (para ustedes vosotros los paganos) ha sido reconocida como el mejor camino a seguir y nuestros electores nos lo agradecen otorgándonos su incondicional apoyo pues, ellos saben, que gobernamos para todos a cuyo “servicio” estamos y que, vamos a seguir adelante por la senda de la prosperidad, hasta conducir a este pueblo al que pertenecemos (pero sin mezclarnos con el no sea que también nos recorten a nosotros) a alcanzar las cotas más altas de progreso y bienestar. Luego encienden un purito porque el esfuerzo igual les ha dejado sin resuello.

Y así todo.
O se que, señor Rub al Kaaba, yo, que soy bereber hijo de bereberes viejos de la provincia de Badajoz, no le diría nunca lo que debe hacer o dejar de hacer pero, si le digo que, eso de hacer una oposición inteligente; como dice este paisano mio rojo que hace en Extremadura mientras, se acuesta con los hijos o nietos de los verdugos que exterminaron a tantísimos extremeños pobres y que ahora, hacen todo lo que está en su mano y más, para disponer de una mano de obra barata y domesticada que obedezca sin rechistar , o, una oposición leal, como dice usted que hace por aquello de, diferenciarse de quienes jamás en la oposición han sido leales sino todo lo contrario y que además, les importa un comino si su política deja a más de la mitad de la población (que creo y quizá por eso, no va a votar y si va, no los vota ellos) con el culo al aire y con menos derechos que un gitano en un juicio de los que se hacían cuando aún vivía el dictador, pues, que quiere usted que le diga, que no, que no me parece bien porque, como decía otro anunció de la televisión refiriéndose a esos desalmados señores y señoras que, compran un perrito porque su niño se encaprichó y que luego, cuando se hartan o no saben qué hacer con el animalito, lo dejan abandonado en el arcén de cualquiera utopista, ahora si, de pago, para que lo atropelle otro que viene detrás: “el nunca lo haría”.

Usted mismo, ¡maestro!
Pero le recuerdo que ya no estamos en los años de la transición y que sus enemigos están mejor preparados que usted y sus hueste para la güera y que, ahora, tras derrotarle en todas las batallas, están explotando el éxito y, si pueden, que podrán al paso que van, no le dejarán ni un peón con vida.

Salud.

Las gran mierda diluida
extiende su pringosidad
y está dejando perdidas
las calles de esta ciudad.

Excelente caquitas excelente, sigue así que tu prometes

Como le dije una vez, la vergüenza esta gentuza la desconoce pero mierdazas si que sueltan mucha por donde quiera que van.as
Salud

Viva catalunya libre de mierdazas como tu, cagÓn

Un Muchachejo andaba por la plaza de su pueblo con las manos en los bolsillos dándole patadas a una lata de cerveza abollada por tal de hacer algo, con los mocos verdes chorreándole de la nariz como dos estalagmitas cuando, decidió sentarse en un banco que había por allí debajo de un almendro a descansar de tanta faena. Al lado de un vecino ya mayor que llevaba un rato descansando de no hacer nada. Pegaron la hebra y hablaron de los políticos locales, comarcales, autonómicos, de distrito e incluso de los de Madrid y así, llegaron a los jueces, los legisladores y demás personajes hasta que, el mayor, suelta: “los políticos son como un galápago en lo alto un palo de la lú desus cai en lag cuneta”, y se echó la bilba capá para atrás y se rascó la calva sudorosa.

El mozuelo, confuso, se quedó mudo y dándole vueltas en su cocorota a la analogía para ver si encontraba asidero por donde meterle mano pero, que si quieres arroz Catalina....., así que preguntó.
–-No comprendo, ¿qué quiere usted decir?

---Mira, tu vas andando por la carretera y ves a un galápago en lo alto del pico de un poste de palo de los del telégrafo cuando los había haciendo equilibrios para no darse el batacazo y, ¿qué es lo primero que se te viene a la cabeza?---Dijo mirando al zagal y, viendo que su cara de estupor, añadió:
1º No sabrás cómo llegó hasta allí
2º No creerás que esté allí
3º Entenderás que no pudo subir sola
4º Comprenderás que no debería estar allí
5º Estarás muy seguro que mientras esté allí no va ha hacer nada que sea útil por lo que, lo más razonable, es que le ayudes a bajar.

O SEA, QUE SI TENEMOS OCASIÓN DE VOTAR SIN QUE UN GENERAL DE ESOS DE CUANDO LO DE LA GUERRA INCIVIL, VOTEMOS Y, A SER POSIBLE, EVITEMOS QUE HAYA INÚTILES COMO LOS DE AHORA EN LO ALTO DEL PALO HACIENDO EQUILIBRIOS y repartiendo EL DINERO QUE nos saca a los curritos y demás integrantes de la plebe, ENTRE LOS BAnKIEROS , otrOS CHUpasangres Y los de la CEOE

Salud.