Almendral - Badajoz

Lo cual que iba yo en el bus, poquita gente, menos mal, con una madre y una hija en los asientos de delante. La madre joven y la niña de las de dedo en la nariz y lazo rosa en la cresta, de esas que un día aprenden a hablar de sopetón y no paran ya nunca. Llueve, apenas se ve tras el cristal, pero la nena atisba un gran edificio de oficinas en una plaza por la que pasamos y entusiasmada, agarra a su madre levantándose para seguir viendo el edificio y exclamando:
-Mira, mamá, la piscina de papá.
-No, no, ahí está la oficina de papá.
-Sí, sí, la piscina de papi.
-Oficina.
-¿Oficina? ¿No es la piscina?
-No, es una oficina.
-¿Y qué es una oficina?
-Un sitio donde hay muchas mesas con señores trabajando.
-¿Entonces papá no tiene una piscina?
-No, cariño, es una oficina y ahí trabaja papá escribiendo muchos papeles.
-Oh… yo creí que tenía una piscina y que un día me iba a llevar. -Dijo la niña ya haciendo un pucherito, toda acongojada de pena-
-¡Ay mi amor!
-¡Buaaaa!
Y yo detrás poniendo cara de póquer y sin saber si partirme de risa o echarme a llorar, porque la niña desilusionada daba auténtica pena. Es lo que tienen los niños, que se desilusionan de tantas ilusiones como se hacen.
Bueno, menos la de los reyes magos ¡esa dura!

Y dura y durará porque si, porque es un cuento largo como los que contaba el pequeño Nocolás antes de que algún garrulillo recién llegado a los madriles le vieranel plumero, las plumas y hasta las almorranas.....

La vorágine de casos de corruptela política amenaza con llevárselo todo por delante.


El sistema, enfermo, a duras penas se sostiene ante el vendaval producido por el mero respirar de tanto corruPPto como hay entre los políticos que nos ha tocado padecer.


La sintomatología puede ser diferente pero el diagnóstico es el mismo.

Poco importa que tengan nombre propio -Urdangarín, Griñán, Bárcenas, Pujol, Blesa, Rato, Granados- o nombre mediático -Gürtel, EREs o Tarjetas Negras, Operación Púnica-.



El nombre del mal específico es lo de menos ya que el virus es idéntico:
La corruPPción.

Y lo que subyace detrás de cada caso vírico es exactamente lo mismo: La Avaricia.


Bocarrana

Bocarrana es el cinco de bastos.

-¿Y eso?
-Y a mí­ qué me cuenta, oiga.

Que el guiñote lo inventó un mudo es cosa sabida en tierras de Aragón, y las tocantes de Navarra, Rioja y Soria. El guiñote no tiene nada que ver con el mus, y casi nada con el tute, embrollos de otra especie, sin el encanto de este peculiar juego.

-Ciencia.
-Lo que usté diga.

En el tute los ases valen once puntos. O sea: el oré, la copeta, la espadilla y el bastillo, que tienen nombre.

-Como “Bocarrana”.
-Como el cinco de bastos, sí­ señor.

Luego vienen los treses, que valen diez; los reyes cuatro, las sotas (todas ellas muy decentes) tres, y los caballos dos. Esos son los guiñotes, los que valen, las cartas que no valen son “la furrufalla”.

Y la ciencia esta de jugar a las cartas, o el arte, incluso, recibe el nombre de “la faricutela”, cuya semántica se me oculta.

Lo inventó un mudo y no valen señas ni se charla, las que hablan son las cartas.

yO CONOCÍ A pAQUITO bOCARRANA

Y yo a uno al que llamaban así porque tenía una bocaza por la que le cabía un chusco entero.

El Centro Aragonés está en la calle Joaquí­n Costa, al principio, haciendo chaflán y encima del cine Goya, por eso hay que subir tanta escalera. Los sorianos van todos allí­, claro, como no son número suficiente para tener casa propia se vienen con el vecindario. Allí­, en esos salones he visto yo actuar, apoyado en un alféizar, a Joaquí­n Carbonell, cantando aquello de “La mala semilla”.
-“No habí­a instante / que el buen maestro / lanzara al cesto / su incomprensión / Yo era el incesto / de la vagancia / y la indencencia de la intención”.
A Labordeta también lo vi, cuando todaví­a no era “el abuelo”, pero abajo, propiamente en el cine, que también era teatro. De bote en bote y todo el mundo con el encendedor en alto tarareando lo de las azerollas.
A mí­ me gustaba más jugar al tute. Tal como se juega el tute en Aragón no hay pareja, es un juego para tres, así­ no le fastidio los cantes al compañero. Se reparten todas las cartas y se arrastra desde el principio, con lo que hay que seguir el palo. Eso no pasa en el guiñote, que uno echa de un palo y el otro echa lo que considera bueno para el compañero, o para dejarlas pasar; al menos hasta que no quedan cartas en el mazo.

Nadie toque a mi bocarrana
bufoxoxo degenerao,
que con este bicho tan tarao
en este pueblo debuté
y de la chica hasta la grande
un dia llevé toreao
y sin querer descoyunté
por meterlo en el cercao

Os acordais de Pakito Bocarrans?

Si, ¿es que ha parido un bocarranito?

Pero ya está grande y gordo como un cochino pa la matanza

Ojo al dato que está suelto
el dañino animalejo
que va arrastrando sus pellejos
que va p'trás como cangrego

Y ahora con su bocarrana
ha llegado a este lugar
y en menos que canta un gallo
ha empezado a berrear.

Está de nuevo el bocarrana
que es gavioto sin par,
ejerciendo de energúmeno
tal cual es su tradición.

Trabajito costará
a este pueblo de Almendral
quitarse de encima el bulto
que lo lastra sin parar,
pero lo que es poder, PODEMOS,
y ya demostrado está.

Salud y República

La Consejería de Fomento, Vivienda, Ordenación del Territorio y Turismo del gobierno extremeño anterior, dijo el lunes 02/02/15, que rehabilitaría un antiguo edificio de dos plantas en el centro de Almendral (Badajoz) para construir cuatro viviendas de promoción pública, que entregará en régimen de alquiler social a las familias "más necesitadas" de la localidad.

Peo no hay que hacerle mucho caso porque igual todo era propaganda electoral............

Hoy te explico, Bocarrana,
ya que estamos en San Fermín
qué hay que hacer para dejar
sin su corcha a los alcornoques
que se crían por aquí.

«Se saca cada nueve años. La Saca, que le decimos.

A partir de entonces, si no se saca, se vuelve leña.

Si se saca antes, no sale corcho bueno.

Con el hacha se corta y por las yemas se mete la hurga».


Es como desollar un animal.

Ya van quedando pocos sacadores que conozcan el oficio:
Si clavas mal el hacha le puedes hacer daño al árbol.


Cada cierto tiempo se hacen calas, para ver si el alcornoque está en sazón.

Hasta cien años sigue dando corcho un alcornoque, y todavía los hay más antiguos.

La saca se hace a últimos de mayo o primeros de junio, porque fuera de esa época se agarra al tronco y es mucho más difícil sacarla.

¿Y qué decir de mi pasado oscuro? 

¿Cómo podría decirte cafre, con mayor sencillez para que entiendas, que me educaron buenamente y que soy incrédulo practicante pues entiendo, que no se puede creer nada que salga por la boca de un farsante, menos si de un coro, una legión, o los registros sonoros de unos ya viejos castratis? 

Ya entiendo, que si desde chico has sido conducido de la mano por las sendas muy trilladas que abrieron con sus idas y venidas todos los que de tu mismo pelaje que te precedieron, no quieras o no puedas ver, que hay otras vías, otras conciencias, otras maneras de enfocar las realidades que sean más vivificadoras y posibiliten, alcanzar cotas más altas desde las cuales, es obvio que se divisan muchos mas grandes horizontes que, a veces, son de belleza tal, que se quedan grabados a fuego detrás de las retinas y sirven de basamento a los seres inquieto, para reiniciar una escalada más de los muchos peldaños de los innumerables con los que está formado el pensamiento. Si éste es crítico pero nunca acrítico. Es decir, jamás aceptado así, sin más, por las buenas, porque lo dice éste o aquél. 

Algún día, quizá, puede ser que te lo explique, hoy no, ¡berza! ¡Cara de caprino tan infradotado cerebral como sobrado de cornamenta! ¿Por qué vienes siempre detrás esperando el descuido o aguardando la hora del sueño reparador, para asestar golpe tras golpe, te hace mas fuerte, culto, rico, guapo, o te acepta mejor el común de los mortales por el hecho incuestionable de mostrarte como hediondas heces defecadas por inhumanos irracionales? 

Pues bien, acepto una vez más el reto y te espeto. ¿Quieres jugar conmigo al teto? Ya sabes, tu te agachas y.....Pero no temas, no haré daño a tu cuerpo y menos al intelecto que en ti es tan ausente que brilla con tan vívida luz, que hiere la vista del más pintado aun estando protegida con recios culos de botellas negras. 
No tengas miedo, ya te he dicho que soy practicante incrédulo y que me puedo amoldar a tu circunstancias para, si puedo, arrancarte de las garras que sujetan tu cuerpo y te hincha de pamplinas e ignorancias entre las que se bate flotando, tu anonadada, tu temerosa, tu bajuna alma. 

Podría mandarte sin ni siquiera pasaporte a que fueras a salvar a tus iguales a Venezuela, Rusia, Afganistán o más allá, a la Corea de Jon Jin Un, pero no quiero hacerlo no sea lo hagas y te nombren el jefe de las cavernas esas, lo que sería además de un estropicio, el colmo de mis sufrimientos por el suplicio. Así que ya ves, aquí estoy dándole rienda suelta a los fantasmas que, se ha ido incrustando lentamente dentro de mi querida alma libre de monsergas y sandeces y, diciéndote aunque sé que no te apetece, que para monstruosos seres, los avernales esos que por lo que dicen, en todos los tiempos, civilizaciones, o mundos o esferas en el fuego arden. 
Y me despido con muchos recuerditos para ti, de las partes de tu exflagelo, tu conocido y amado amigo, Salustiano Borrascas. 

Salud y República, señor Cantamañanas.

Al famoso Bocarrana
en todo el orbe conocido,
habrá que hartarlo de cocido
a ver si así no tiene ganas
de usar su tarro podrido.