Almendral - Badajoz

Enrique Enríquez "el Mozo" (¿?-1376). Heredó las posesiones de sus padres y sirvió a los reyes Alfonso XI y Pedro I de Castilla, quienes le concedieron diversas mercedes. Fue señor de Villalba de los Barros, Nogales, Almendral, La Parra, Begíjar, y otras villas, y fue además Adelantado mayor de la frontera de Andalucía, Justicia mayor de la Casa del Rey, Caudillo mayor del obispado y reino de Jaén, Alguacil mayor de Sevilla y caballero de la Orden de la Banda. Contrajo matrimonio en tres ocasiones y fue sepultado en el desaparecido convento de San Francisco de Sevilla

Este Enrique Enrique , llamado el mozo, era hijo de Enrique Enríquez de Mendoza, que a su vez era hijo del almirante de Castilla Alonso Enríquez y Juana de Mendoza y miembro del importante linaje de los Enríquez, fue el I conde de Alba de Liste, título concedido por Enrique IV de Castilla el 8 de agosto de 1459.

El día 27 de julio de 1253, su tío, Alfonso X el Sabio, donó a Enrique Enríquez el señorío de la Puebla de los Infantes, localizado en la actual provincia de Sevilla.4 En 1307, Estefanía Rodríguez de Ceballos, esposa de Enrique Enríquez, cedió, con el consentimiento de éste último, su señorío de Villalba de los Barros al hijo de ambos, Enrique Enríquez "el Mozo",5 siendo confirmada dicha donación por un documento emitido en la ciudad de Valladolid, el día 12 de abril de 1320, por el rey Alfonso XI el Justiciero.

Se desconoce su fecha exacta de nacimiento, aunque algunos autores señalan que nació en Andalucía alrededor del año 1246,1 aunque otros consideran que nació en Italia, durante una de las estancias del infante Enrique de Castilla "el Senador" en aquella península.2

Diversos autores consideran dudosa la paternidad de Enrique Enríquez, pues señalan el hecho, llamativo a su parecer, de que el infante Enrique no le mencionase ni a él ni a su madre, Mayor Rodríguez Pecha, en su testamento, a pesar de que nombró a numerosos individuos en el mismo, entre ellos, a numerosos servidores suyos.

El ultimo duque que se murió en Se villa era pederasta el muy pollancon

El día 27 de julio de 1253, su tío, Alfonso X el Sabio, donó a Enrique Enríquez el señorío de la Puebla de los Infantes, localizado en la actual provincia de Sevilla.[4] En 1307, Estefanía Rodríguez de Ceballos, esposa de Enrique Enríquez, cedió, con el consentimiento de éste último, su señorío de Villalba de los Barros al hijo de ambos, Enrique Enríquez "el Mozo",[5] siendo confirmada dicha donación por un documento emitido en la ciudad de Valladolid, el día 12 de abril de 1320, por el rey Alfonso XI el Justiciero.[6]

Diversos descendientes de Enrique Enríquez, entre ellos su hijo, Enrique Enríquez "el Mozo", recibieron sepultura en el desaparecido convento de San Francisco de Sevilla, que fue saqueado, profanado e incendiado por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia Española y, posteriormente, demolido en el año 1841.

El día 1 de diciembre de 1341, el rey Alfonso XI el Justiciero arrebató a Enrique Enríquez "el Mozo", señor de Villalba de los Barros y Caudillo mayor del obispado de Jaén, la aldea de Begíjar, que le había entregado en 1341, y se la devolvió al concejo de Baeza, al que había pertenecido anteriormente.

La villa de Begíjar es un municipio español de la comarca de La Loma, en la provincia de Jaén, comunidad autónoma de Andalucía. Está situado, a unos 6 km de Baeza. Su principal industria es la del aceite de oliva. Su población es de 3.279 habitantes (INE 2012).

Enrique Enríquez (¿1246? - antes del 28 de febrero de 1323). Ricohombre de Castilla. Fue hijo del infante Enrique de Castilla "el Senador", hijo a su vez de Fernando III, y de la reina Beatriz de Suabia.

Fue señor de la Puebla de los Infantes, y nieto de Fernando III, rey de Castilla y León. .

Está la Inquisición al acecho
dispuesta siempre a matar
aunque nadie le haya hecho
a la asesina ningún mal.

Enrique Enríquez «el Mozo» (m. 1366) fue un ricohombre de Castilla, hijo de Enrique Enríquez, señor de la Puebla de los Infantes, y de Estefanía Rodríguez de Ceballos, señora de Villalba de los Barros y del Vado de las Estacas.

Fue señor de Villalba de los Barros, Nogales, Almendral, La Parra, Begíjar, y otras villas, y desempeñó los cargos de adelantado mayor de la frontera de Andalucía, justicia mayor de la Casa del Rey, caudillo mayor del obispado y reino de Jaén, alguacil mayor de Sevilla, y fue además caballero de la Orden de la Banda.

Fue bisnieto del rey Fernando III de Castilla.

05-11-14 08:18#12311349
Tarranganina

RE: No se quieren ENTERAR yeye yeyé

Cada día que pasa, PPlasma, descubrís un poco mas la suciedad que caracteriza a vuestras almas, esa suciedad que se vislumbra en cuanto alguien se fija en el odio, en el desprecio sádico con el que tratáis al pueblo pobre, al pueblo honrado español que lucha día a días para ganarse con su trabajo el pan que se lleva a la boca. No como vosotros, sucios corruPPtos

En el pueblo done nací, PPlasma, Almendral, durante estos últimos años el principal aliciente que tenía la fería para los jóvenes era, es, el botellón que se hacía, se hace, en los que eran terrenos baldios, el ejido, el lejio, una alameda de gruesos eucaliptus donde atiguamente los buitres carroñeros de la región iban a cebarse con la carnaza de burros y otros animales muertos pues, también servía de muladar y, donde los niños chicos pobres que no íbamos a las escuelas de curas, íbamos a jugar al fútbol con pelotas de trapo atados mas o menos haciendo una bola. Allí donde la última vez que estuve han hecho eso, un campo de fútbol que también sirve para maltratar a unas becerras dándole mantazos y ejecutar después, de una descarga eléctrica, para a continuación,, ser retiradas de con la pala de una excavadora propiedad del constructor amigo o primo o cuñado del alcalde.En los días esos del mes de agosto. La Feria.


Por la noche, botellón. Acuden mozalvetes y lindas damiselas de los pueblos de alrededor y se emborrachan a placer, por poco dinero. Para ellos siempre escaso.
Yo he visto esa nueva costumbre muy mal y, como siempre, me jartaba en las tascas normales que hay, había, en La Plaza Chica o la Grande.
Pues bien, PPlasma, tú, los tuyos, tan inteligentes o mas que Sólo el sevillano, habéis decido contra la voluntad del resto de los países europeos y sus leyes y costumbres de las que el nuestro es firmante y respetaba en tiempos mas democráticos, que la mejor manifestación de descontentos a la que pueden asistir los españoles, es aquella que se dispersa con una buena patada en los dientes y que, el mejor emigrante negro o blanco, es aquél que queda pendiendo de las concertinas y, todo ello, aliñado con un buen multazo. 600€,
euracos para un inútil que trabajando todo el mes cobra un mínimo interprofesional de 650. Que como todos saben y la presidenta del círculo de empresarios madrileño mas, es una barbaridad y hay que pagar menos. 600€ por buscar comida en la basura, 600€ por tomar parte en un botellón.
Ya sabéis zagales, a misa de diez, de doce y de veinticuatro y, luego, reunión piadosa en el atrio, en la sagrera y a dormir a casita en paz y gracia divina. Como Dios manda.

Salud