Alburquerque - Badajoz

«No soy ningún traidor»
El canterano albinegro razona su fichaje por la UD y se muestra dolido por las voces que le califican de pesetero
ALGUNOS DATOS
-Nombre completo. -Álex Herrera Corral.
-Fecha y lugar de nacimiento. -26 de enero de 1990, Badajoz.
-Posición -Lateral izquierdo, aunque en el CD Badajoz ha jugado casi de todo, extremo, en la otra banda o incluso en el centro del campo.
-Altura -1,77 metros.
-Peso -71 kilos.
«Creen que fui a la UD por dinero. ¡Pero si cobro menos de lo que cobraba en el CD Badajoz!»
«Durante años era el jugador que menos cobraba en el Badajoz y nunca puse mala cara»
Del amor al odio en un plazo más que corto. La historia futbolística-emocional del canterano blanquinegro Álex Herrera (26 de enero de 1990, Badajoz) dio un giro de 180 grados a finales de verano cuando fichó por la UD Badajoz, el 'usurpador en grado de tentativa' -a juicio de algunos aficionados- del patrimonio sentimental que el extinto CD Badajoz depositó en la ciudad durante 107 años. En esta entrevista, el polivalente lateral pacense argumenta unas razones que, tal y como está el gremio, le parecen más que suficientes.
-¿Cómo ha sido tu aterrizaje en la UD Badajoz?
-Bastante bueno. Vine aquí porque insistieron mucho. Mi primera intención era jugar en Segunda B y quería probar fuera de casa. Me surgió la opción del Huracán de Valencia, pero al final no salió. Rechacé algunas ofertas de Segunda B que no eran buenas y al final me decanté por ellos porque quería seguir con los estudios. No me puedo quejar de como me han recibido porque además me esperaron a que decidiera.
-Creo que tuvistes alguna oferta hasta del Cacereño.
-No me llamaron directamente, pero mi agente habló con ellos y me dejó entreveer que de haber oferta sería muy baja. Yo le dije antes que si había que hacer un esfuerzo lo haría con tal de estar en Segunda B, pero las ofertas, como la del Atlético Sanluqueño, San Roque de Lepe o Salamanca, eran muy bajas y tenía que pagarme un piso, la comida, etc. Con 400 euros y la casa no puedes irte, porque si cualquier mes la cosa falla qué haces, ¿le pides dinero a tus padres? El fútbol no puede costarme dinero porque para eso jugaré con mis amigos.
-Una vez cerrada la vía de Segunda B, ¿te costó mucho decantarte por este club?
-No me costó porque ellos insistieron y además conozco muy bien a su técnico Juan García. Eso me ayudó. Sabía que recibiría muchas críticas, pero estoy tranquilo porque la gente que me conoce sabe que no puedo jugar en Preferente o en Regional. Estuve entrenando con el Badajoz 1905 y saben que no puedo jugar allí pero que apoyo mucho a ese equipo. Sería dar un paso atrás en mi carrera. Mucha gente cree que he venido a la UD por el dinero pero no es así. Se equivocan. ¡Pero si estoy cobrando menos de lo que cobraba en el CD Badajoz! Además, la gente del CD Badajoz ya sabía que probaría fuera de casa pero en Segunda B, lo que pasa es que no salió nada. Quería probar nuevas experiencias. Siempre se te valora más fuera de casa que en casa.
-¿Y estuviste entrenando con el 1905?
-Sí. Poco antes de fichar por la Unión. También sigo entrenando a mis chavales porque la UD no me puso ninguna traba. Les dije desde el principio que quería seguir con mis niños -el benjamín A, con el que suma ya cuatro años-.
-¿Entiendes que haya gente a la que no le sentara bien tu marcha precisamente a la Unión, a la que consideran el gran enemigo?
-Lo entiendo, en parte. Lo que pasa es que para mí no son mi enemigo. Que la gente de Badajoz decida lo que quiera, aunque ahora mismo hay más afición con el 1905. Entiendo que me critiquen, pero yo les digo que si ellos se quedaran sin trabajo y recibieran la llamada de la competencia, ¿qué harían?
-¿Habrá cosas que te hayan molestado bastante?
-Algunas sí, sobre todo que digan que es por el dinero. No todo es eso. Pero si yo he estado muchos años en el CD Badajoz siendo el que menos cobraba de la plantilla y nunca me quejé ni puse una mala cara. Fiché porque es un proyecto muy bonito y lo más interesante después de Segunda B. Además, sigo en casa y puedo acabar mis estudios universitarios en mi ciudad-a Álex le queda un curso para terminar Magisterio-, conozco muchos compañeros, al técnico, etc. Creo que muchos de esos aficionados, hasta los más fieles al CD Badajoz, lo van entendiendo. Quien me conoce y me importa de verdad lo comprende.
-Vamos, que no te consideras un traidor...
-Para nada. No soy un traidor. Es más, cuando estaba en el Badajoz venía a ver los partidos de la UD. Y estando en la UD seguro que iré a ver al 1905.
-Una enemistad que en realidad es cuestión de los aficionados, porque los clubes reconocen mantener una gran relación.
-Es que no entiendo que tengan que ser enemigos.
-¿No estaban condenados a entenderse, unos con el respaldo social y otros con el económico?
-Sí. Al final es lo que decías antes, que es un tema de la afición. La del CD Badajoz era poca en proporción a la población, pero siempre fue muy fiel. Con el Badajoz 1905 ha resurgido y le apoyarán.
-Hablemos un poco de fútbol. Habéis empezado bien la liga, aunque más en cuanto a resultados que en cuanto a juego.
-Sí, cierto. En los dos partidos tuvimos muchos problemas. Todos los equipos nos darán problemas. Mira el Cacereño B. Si hiciera ese mismo partido siempre se metería en liguilla. Tenemos que ponernos las pilas. Es normal que hasta la octava jornada o así no ofrezcamos nuestra verdadera medida.
-Y personalmente, te vas integrando poco a poco e irás a más...
-Físicamente estoy bien, pero me falta acoplamiento. De la plantilla solo había jugado con Rubi y Sandro. Eso es cuestión de tiempo.
-Y con esa plantilla, ¿cuál es el objetivo?
-Ya veremos, pero con estos jugadores no puede ser otro que el primer puesto. Hay buenos equipos, como el Don Benito y sobre todo el Extremadura, que está más rodado, pero tengo claro que tenemos que luchar por ser primeros.
-¿Te sentirás raro jugando como local en el Nuevo Vivero y con otro equipo que no es el Badajoz?
-Mucho. Es como si fuera de visitante porque voy con otro equipo, pero en realidad somos los locales. Será extraño. Espero que vaya más gente de lo esperado, porque se notaban mucho esos 1.500 que, aunque fueran pocos, se escuchaban.