34.600 extremeños se han ido de la región desde que empezó la crisis 34.600 extremeños se han ido de la región desde que empezó la crisis Según los expertos, en épocas de recesión la comunidad recibía más población de la que perdía, y la tendencia parece haberse roto 26.08.12 - 00:25 - ARACELY R. ROBUSTILLO | BADAJOZ. LOS QUE SE FUERON 7.858 habitantes de la región se fueron en 2007, el año que más personas decidieron marcharse de Extremadura. El resto de los años no se superó los 7.000. LOS QUE VOLVIERON 27.096 han sido los extremeños que desde ese mismo año han retornado a su tierra. Aunque ningún año el dato de los que han regresado supera el de los que se marcharon. Extremadura, tierra de emigrantes por excelencia, sigue exportando población fuera de sus fronteras. Desde que empezó la crisis, en el año 2007, 34.590 habitantes de la región han optado por hacer la maleta y dejar su tierra para buscar fortuna en destinos no tan exóticos, ya que la mayoría eligió para asentarse otra comunidad autónoma. Mientras más cerca, mejor. De hecho, un 96,4% de ellos (33.369) se fue a vivir a otra ciudad española, según datos elaborados por Juan Francisco Caro, experto en emigración extremeña que ha procesado los datos del variaciones residenciales del INE para interpretarlos en la comunidad. Normalmente se usa el Censo Electoral de Residentes Ausentes en estos cálculos, pero estos datos no son fiables al introducir otras variables. Madrid, Andalucía y Cataluña son, por ese orden, los destinos favoritos de los extremeños cuando se deciden a probar suerte fuera de la región. Sin embargo hay que tener en cuenta que, al igual que hay gente que se va, hay gente que vuelve por diversos motivos: jubilaciones, despidos, no encontrar el empleo buscado... Un doble movimiento migratorio cuyo saldo solía ser habitualmente positivo para la región, sobre todo en época de crisis. Por eso lo novedoso, según Antonio Pérez Díaz, profesor de Geografía de la Universidad de Extremadura, es que según los datos de Caro, se ha roto esa tendencia migratoria asentada en la región desde los años ochenta. Porque durante estos cinco últimos años los emigrantes retornados ascendieron a 27.096, arrojando, por tanto, un saldo negativo de 7.494 en plena recesión y eso rompe con una dinámica muy arraigada en Extremadura. «Lo habitual era que en época de recesión la región recibiera más población de la que perdía. Porque cuando la economía va bien, Extremadura no tiene capacidad de generar empleo y, por tanto, la gente se va a otras comunidades autónomas. Pero en época de crisis pasaba lo contrario: la gente perdía su trabajo en esas regiones y se volvía», resume. De hecho, asegura que en las zonas rurales se sigue cumpliendo. Cuenta que él está haciendo un estudio en municipios de menos de 5.000 habitantes desde 2007 y afirma que en este ámbito el saldo migratorio sigue siendo positivo, aunque de manera muy débil. En su opinión lo que esto significa es que el impacto de esta crisis es todavía más acusado en términos relativos que las anteriores y que está afectando más a Extremadura que al resto de las comunidades autónomas. Lo que sí se piensan dos veces los extremeños es ampliar sus horizontes a Europa o al resto del mundo. Así, y pese a la recesión, de los emigrantes que dejaron Extremadura en este lustro, solo 1.221 salieron del territorio patrio. Alemania, con 146 paisanos viviendo allí, es el país más popular, sobre todo en los últimos años. Mientras que en 2007 emigraron a este país 18 extremeños, el pasado año lo hicieron 44. También Francia y Reino Unido (con 143 y 136 emigrantes extremeños respectivamente) son lugares que cuentan con el favor de los ciudadanos de Extremadura. «La salida al extranjero de los extremeños, desde que se corta la corriente migratoria allá por los años 70, quedó prácticamente reducida a lo que se conoce como emigración de temporada: vendimia en Francia, construcción, durante los meses que el tiempo lo permite en Suiza... Y poco más», resume Antonio Pérez. Y añade que estas tendencias se reactivan ahora, pero no quedan reflejadas en las estadísticas porque no se produce una variación residencial, ya que al ser un trabajo temporal, normalmente no suelen darse de baja en el municipio de residencia. |