La asociación de vecinos de Suerte de Saavedra pide que paren los desahucios La asociación de vecinos de Suerte de Saavedra pide que paren los desahucios Consideran que los avisos de desalojo se han enviado de forma indiscriminada y piden que se estudie a cada familia y cada caso antes de actuar - NATALIA REIGADAS nreigadas@hoy.es | BADAJOZ.Las cajas en la puerta, los muebles apoyados en las farolas y las familias sacando su ropa en bolsas de basura. Badajoz se ha acostumbrado a estas imágenes porque en un mes se han producido seis desahucios en dos barrios de la ciudad: Suerte de Saavedra y el Gurugú. El objetivo, según anunció la Delegación del Gobierno, es regularizar la situación de las viviendas sociales. Ahora, sin embargo, los vecinos piden que pare esta operación y que se negocio. La iniciativa ha surgido de la asociación de vecinos de Suerte de Saavedra, que acordó esta propuesta en una reunión con otros colectivos del barrio, entre ellos el Centro de Promoción de la Mujer y el Grupo Joven. Por esta razón elaboraron un documento tipo para que los afectados lo firmen y lo envíen a la Junta de Extremadura. En esta petición califican de indiscriminados los avisos de desahucio, que en su barrio afectan a un centenar de familias, y piden que detengan los desalojos. Eso sí, no se trata de pararlos para siempre. Lo que pide la asociación es que se inicie un proceso de negociación y se analice caso por caso y familia por familia antes de actuar. «Nosotros no tenemos una varita mágica y no podemos darles falsas esperanzas, pero esperamos que esto sirva para negociar y evitar desahucios de las familias que quieran arreglar su situación», explica José Manuel Chaves, presidente de la asociación de vecinos de Suerte de Saavedra. Este documento pide a la Consejería de Fomento y a la Dirección General de Política Social y Familia que paren los actos administrativos de desahucio para iniciar otra serie de acciones. Hay dos motivos por los que se puede desalojar a los inquilinos de estas viviendas. El primero es el impago de alquiler y el segundo es que ocupen la casa ilegalmente, sin los papeles en regla. Cuando se dan estas circunstancias, la administración avisa del desahucio y posteriormente lo ejecuta. Si se llega a este punto, y según explica la Consejería de Fomento, los afectados pierden el derecho a pedir otra vivienda social. Ante esta situación que puede ser crítica para muchos afectados, la asociación de vecinos solicita que se facilite el pago a las familias que puedan asumirlo, que se ayude a los inquilinos que pagan pero no tienen los papeles en regla porque la casa está a nombre de otro, y que los Servicios Sociales del Ayuntamiento estudien cada caso. El mensaje fundamental, según explica José Manuel Chaves, es negociar para distinguir a las familias de estos barrios que desean arreglar su situación. Esta propuesta también la apoya Chelo Tapia, responsable del Centro de Promoción de la Mujer de Suerte de Saavedra. «Es un primer paso, dirigir escritos a la Junta para negociar e intentar aplazar y gestionar la situación», explica. Otra propuesta que se contempla más adelante, según añade la responsable del centro para mujeres, es pedir a las familias que tienen aviso de desahucio inminente que entreguen las llaves en lugar de esperar a que los desalojen. De esta forma no perderían su derecho a tener una vivienda social. El día después El problema es qué ocurre con estas familias el día después del desahucio. Al ser desalojadas pierden la posibilidad de optar a viviendas sociales, pero muchas siguen refugiándose en su barrio. Según ha sabido HOY, algunas de las familias afectadas se han instalado a escasos metros de su anterior casa con algunos familiares y otras esperan tener otra vivienda social «aunque sea con trampa». Si nada de esto funciona, el miedo de los vecinos es que opten por ocupar ilegalmente alguna vivienda vacía, una práctica habitual en estas zonas. Sin embargo, los vecinos de los barrios afectados por los desahucios no ven estas acciones como una solución a largo plazo para la conflictividad. Opinan que todo volverá a repetirse. «Lo más seguro es que se queden en el mismo barrio porque, por ejemplo, en Suerte de Saavedra hay vecinos que llevan 20 años y tienen familia en su entorno o intentarán pedir otra vivienda», explica Antonio Chacón, de la Plataforma para la Recuperación de Suerte de Saavedra y Los Colorines. Este vecino concluye que entiende los desalojos. «Es muy duro tener un vecino problemático en el bloque, no estoy en contra de los desalojos, pero creo que antes de llegar a eso debían haberlo intentado con recursos sociales. Negociar con ellos, hablar con ellos e intentar que se conciencien de cambiar». En el Gurugú, el representante vecinal Ricardo Cabezas explica que los afectados por el desahucio de su barrio trataron de buscar una solución antes del desalojo, pero no lo lograron. El presidente de la asociación de vecinos de esta zona también apuesta por lo recursos sociales. Por ejemplo, lamentan que en su barrio se retirase la subvención para contar con un trabajador social. Ahora sí tienen, pero gracias a la generosidad de Paqui, la trabajadora social, que se ha quedado trabajando en el barrio de forma voluntaria. «Nos vemos impotentes ante la situación porque hay mucha gente sin recursos y sin saber dónde acudir. Hace falta más ayuda». |