El mundo femenino está en alerta desde que se han detectado implantes mamarios, utilizados en operaciones de aumento de pecho, que llevan en su composición aditivos de carburantes y otros, que no han sido testados, ni saben que efecto sobre la salud pueden producir en las pacientes receptoras. La alarma surgida en Francia donde alguna mujer ha desarrollado cáncer, se ha extendido por todo el mundo. Son los implantes llamados PIP. Con la salud no se juega, esto no tiene ni pizca de gracia
Para pasar de cincuenta a cien igual que Ferrari tronante, a los implantes pe i pe les han puesto aditivo carburante, y ahora están muchas mujeres dolidas, estafadas, asustadas, otra vez a pasar por “boxes” para verse encima despechadas... Y andan en justas reclamaciones más por salud que por estética, ¡que empapelen a esos mamones!, luego a solucionar lo de la métrica. Y yo me solidarizo con ellas contra esa práctica fatal, y pienso: mujeres feas o bellas mucho mejor al natural. Sólo envalentonadas carretas son las que de esto se alegran, pues ahora si que ganan al tirar, y le dan la vuelta al refrán...