San Esteban de Zapardiel - Avila

Madre, te recuerdo a cada instante
desde tu partida aunque en vida no
lo hacia ya que sabia que existias.

Al saber que pronto te irías, por
tu fuerza de no querer separarte de
nosotros, lo más querias...

Al llegar la noche de tu despedida
¡no lo creeia!, ¡te fuiste madre mía!
sin poder estar a tu lado aunque
siempre lo queria.

Ahora que estás en el paraiso junto a Dios
se que me cuidarás como lo hacias cuando
era pequeña y me divertia.

Dios decidió que a su lado te queria,
por Santa Madre mía que siempre fuiste,
para nosotros toda tu vida.

Siempre en mís caidas fuiste la mujer
que nunca me abandonaria, a tu lado
llegaba y como madre bella me
levantabas y protegias.

Y aunque nunca te desmostré cuanto te
amaba se que desde el cielo ves lo
que tengo en mí corazón y siempre guardaba.

La tristeza fue mucha en tu vida y te
sacrificaste para que la felicidad
nos arropara cada día.

Hoy le pido a Dios que te tiene cada
nuevo día, que te haga feliz por siempre
¡Madre mía!.

Le pido a mí padre ahora que a tu lado esta
que te ame como siempre lo hizo en vida.

Adíos madre mía y aunque no es fácil en
decirlo, se que tu partida era lo que Dios decidió
para salvarte de esa agonia.

Madre te dpy gracias por todo lo que me enseñaste,
lo conservo en mí pequeño corazón, que tu creaste
desde que estuve dentro de ese hermo cuerpo, tu cuerpo.

¡¡Gracias madre por darme la vida!!.

21 de Mayo de 2009

Morañega.