Mombeltrán - Avila

Como animo a todas las Asociaciones empeñadas en la recuperación de nuestras tradiciones y mis mas gratas felicitaciones al Ayuntamiento de Gisando, a su Asociación de Jubilados y a todos los guisanderos.

Noticia del Diario de Ávila, 29-06-2009
“Los guisanderos celebran durante estos días las fiestas patronales en honor a San Pedro.
Estos días eran de celebración especialmente para los cabreros, hoy casi extintos

D.J. Sañudo

Los oficios del cabrero fueron rememorados este fin de semana en Guisando con motivo de las fiestas en honor a San Pedro, una celebración que tradicionalmente era llamada la fiesta de los cabreros pero que, con su paulatina desaparición, había perdido su impronta. Con el fin de que no se olvide que la práctica totalidad de los guisanderos actuales descienden de cabreros, la Asociación de Mayores organizó una muestra de cómo se elaboran las cuajadas o el queso con dos mujeres que siguen trabajando como antaño, una de ellas incluso vive en el monte.
Con los niños en primera fila, embelesados con el continuo trabajo de esas manos aún firmes y fuertes, se repartió en primer lugar suero para todo el que quisiera, separándolo del cuajo para meterlo después en los cinchos, los moldes en los que se deja reposar.
Una fiesta popular en la que no faltó otro elemento fundamental: la cabra, ni la música o los trajes tradicionales del municipio. El acto se completó con el reparto de queso fresco de cabra entre todos los vecinos que acudieron a la plaza.
Desde la asociación de jubilados se quiere ahondar en el recuerdo a las tradiciones y ha iniciado una campaña de recogida de firmas para solicitar que se haga un monumento a la cabra”

En la Villa también tenemos nuestras tradiciones. En lugar de cabreros, cabreados. Aquí corremos a cantazos a to el que se asoma. Le decimos: Fuueeeeeeeeraaaaa.
Pero aunque parezcamos brutos, luego tenemos a una tal Buenaroma, que es muy fisna, muy fisna y dice cosas muy de convivencia y tal. Y así ya disimulamos.

La cosa es así:
Coro: —Fuueeeeeeeeraaaaa.
Buenaroma: —Respeto debido que nos debemos los demócratas y tal y tal…
Coro: —Chate juera sociatas. Fuueeeeeeeeraaaaa. Biba Juli.

Aunque ca uno tengamos nuestro papel (Buenaroma debería decir rol, que es más fisno), tanto monta, monta tanto. Y en realidad, ni nosotros, los del Fueeera ni Buenaroma, que parece más lista, pero sólo por las apariencias, ninguno y Buenaroma menos nos enteramos de qué quieren decir esos sociatas con sus bromas y tal.

¿Se puede ser estúpido sin llegar a parecerlo? Ardua cuestión. Algo así se han debido de plantear, en innumerables oportunidades, los conocidos de “Malaroma-Residencias-Molinero”. Porque hemos de reconocer que si alguien representa, mejor que nadie, al estúpido público en este foro que no se avergüenza de serlo, es este ínclito personaje. Todos tenemos en nuestros cerebros su nadería así como los múltiples comentarios insustanciales de este forero ejercitándose en la estupidez. Tal vez la más paradigmática de todas sea aquella en la que permanece ensimismado con el incremento del censo en Mombeltrán durante el “Régimen Julista”, gracias al mantenido abuso de poder durante los últimos 21 años. Su elenco de estupideces hace de “Forrest Gump” un intelectual en ciernes. No lo dudéis.

Groucho Marx, que injustamente, y espero que sólo de forma momentánea, se encuentra apartado del catálogo de ilustres filósofos del siglo XX, asevera que es mejor permanecer callado y parecer estúpido, que abrir la boca y despejar todas las dudas. “Malaroma-Residencias-Molinero”, que en filosofía marxiana debe andar un tanto pez, hace acopio de actitudes funambulistas, y no duda en dispendiar el tiempo confirmando, y reconfirmando, algo que ya no escapa ni a los más estúpidos de los Villanos mortales. Si algún día alguien decide homenajear a la estupidez en nuestro pueblo con un busto sin nombre, ya tiene el molde adecuado para iniciar los trabajos.

No sé si los conocidos de “Malaroma-Residencias-Molinero” gastarán mucho dinero en psiquiatras. Pero igual que merece la pena inquirirse por la estupidez y sus consecuencias, más peliaguda es la respuesta a la que nos lleva preguntarnos cómo un estúpido llega a ser lo que es y encima presume públicamente de ello. No me lo nieguen, el estúpido al que he hecho referencia hasta ahora lleva ya casi quince meses siendo la voz encubierta del nefasto “Régimen Julista” en este foro. Y eso da, o debería dar para cuestionarnos muchas cosas, empezando por qué nos empeñamos en seguir contestándole.

Carlo M. Cipolla (1922-2000), en un brillante ensayo que caricaturiza al método científico, y sus devastadoras consecuencias cuando se utiliza sin rigor, titulado “Allegro ma non troppo: las leyes fundamentales de la estupidez humana” (198; en su divertida segunda parte realiza un acelerado estudio de la estupidez humana. Sostiene el autor de este ensayo, que recomiendo encarecidamente a quienes pierden su tiempo leyendo lo que aquí escribe este prescindible personaje del “Régimen Julista”, en vez de dedicarlo exhaustivamente al trabajo de Cipolla, que dado que, en democracia, también votan los estúpidos, por fuerza, un porcentaje de los elegidos también lo ha de ser. Ruego que nadie establezca proporcionalidades en el caso de la sociedad villana. Las extrapolaciones siempre son peligrosas.

De todas formas, tener un estúpido de proporciones tan descomunales como las de “Malaroma-Residencias-Molinero” también tiene sus ventajas. Puestos a encumbrar estúpidos al poder, mejor uno y trino, que suena mucho más cristiano, que no una corte de trogloditas de la imbecilidad compitiendo por llevarse el premio. Y si no, fíjense ustedes en el caso de “EL alcalde de los líos” y “El tránsfuga Cacharra-Canalla”, que andan a la par, zascandileando en los medios públicos provinciales, por alcanzar tan alta consideración. Las bicefalias no son buenas. Bien lo sabe Borrell, que compartió cabeza con Almunia, y acabó guillotinado.

Cuenta una leyenda urbana que, poco después del 11S, dos pasajeros árabes fueron obligados a abandonar el vuelo que, desde Málaga, pretendía partir en dirección a Manchester. Parte del pasaje se amotinó, negándose a permitir que el avión despegase, mientras los dos pakistaníes no se quedaran en tierra. Por lo visto, su delito, además de sus facciones y atuendo árabe, consistía en mirar demasiadas veces el reloj. Tal vez estaban impacientes, esperando a que en la zona VIP de pasajeros del avión hiciese acto de presencia el primer estúpido de nuestro querido pueblo de la Villa de Mombeltrán, el inefable “Malaroma-Residencias-Molinero”.

¡Por la rebelión cívica de la Villa de Mombeltrán!