VIPs Aferrados a la sociedad Villana del siglo XXI, como repulsivos parásitos que no les importa cómo ni por qué medios sobrevivir, aún que sea de la manera más sucia e indigna y a costa de sus convecinos, los “Villanos Impresentables y Parásitos” (VIPs) – que todos tenemos "ultra-presentes" – continúan con su defensa numantina del anacrónico “Régimen Julista” promovido por el “Alcalde de los líos” y su entorno caciquil. La estrategia seguida por esta tropa de leales VIPs consiste en utilizar a cada persona en la que ve un poco de inocencia - un terrible mal que atenta contra nuestra integridad física y psicológica en estos días -, colgándose de ellas como viles ladillas, chupando hasta la más mísera gota de sangre que puedan extraer. Porque sólo eso les importa. Sacar provecho. No importa cómo. ¡NO! No importa si hacen daño.¡NO! Sólo importa si pueden sacar algo para sí de todo lo que tocan o hacen. Estos seres pútridos que vemos deslizarse nauseabundamente por los límites de lo soportable y la lástima colectiva. Estos seres que corroen las mentes de los débiles y necios, engatusándolos con vanas palabras y endulzando el amargo y letal veneno de su lengua con un poco de empalagosa y descompuesta verborrea de frases lisonjeras. Manipulando, destruyendo y arrollando con todo lo que se atraviesa en su camino. Pero como buenos parásitos, no pueden luchar solos por lo suyo. Se ocultan tras las espaldas de los necios haciéndolos librar sus batallas, recibir sus golpes y sufrir las consecuencias de lo ocurrido. Se ocultan tras falsos nombres o absurdos anónimos que cubren su vergüenza y su odio hacia ellos mismos. Ligeras máscaras que dejan entrever parte de sus erosionados rostros, gastados por la rabia, manchados por la envidia, opacados por la falta de risa, marcados con las cicatrices de su propia lástima. Seres que no han ganado ninguna batalla importante, y que se vanaglorian de triunfos ajenos tomándolos como suyos, para así no sentirse miserables ni sentir el vacío de sus vidas. Seres que roban risas y succionan almas de aquellos inocentes estúpidos que se creen sabios en sus propias opiniones ignorantes. Seres que chorrean resentimiento y odio contra las personas que son lo que ellos nunca pudieron ni podrán ser. Avergonzados parásitos que hunden a las grandes personas en un afán de sobresalir en su miseria y mediocridad. Ladillas incapaces de surgir en este mundo, y lo saben, por eso absorben mentes, destrozan sueños y arrastran a muchos hacia esa trampa mortal que anuncia su sucia lengua. Gente mediocre, en definitiva, que no es capaz de asumir sus propios errores, sus entelequias, falacias o necedades. Gente incapaz de reconocer o admirar algo que no sea su destruido y malogrado ego. Dedicado a: - Aquellas “Ladillas Villanas del Régimen” que saben que hablo de ellas y se sienten intimidadas e identificadas con tanta verdad, pero que ahogan sus culpas con argumentos y críticas absurdas, superfluas y vanas. - Todas aquellas personas que creen saber de quienes hablo. Les advierto. Esa gente del "Régimen Julista" es nociva. Así que dense un buen baño, échense insecticida o mándese a desparasitar. O, por último, llamen a control de plagas. Porque estos parásitos del "Régimen Julista" se multiplican como células tumorales malignas... ¡Por la rebelión cívica de la Villa de Mombeltrán!
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