Mombeltrán - Avila

Soy una niña villana de casi cuarenta años que todavía cree en los milagros. Creo en los milagros cotidianos, los de la gente normal. Esos que no reconoce el Vaticano. Hoy en día, para muchas Villanas y muchos Villanos resulta un milagro llegar a fin de mes. Como también lo es que mis vecinas y mis vecinos no se hayan cabreado de verdad viendo cómo nos cuentan milongas como que "estamos saliendo de la crisis gracias al esfuerzo de todos", o que "la justicia acabará con la injusticia y la desvergüenza de los últimos 25 años de la historia municipal villana".

Ya que me he portado bien durante todo el año -mejor de lo que me hubiera gustado dadas las circunstancias familiares y locales-, les hago llegar mi carta con el sueño de que se vean cumplidos mis deseos, porque me han dicho que son ustedes mágicos.

Les he comentado que soy Villana. Mis padres, sin embargo, no nacieron en Mombeltrán, pero vinieron aquí a ganarse la vida. Después, nací yo. Así pues, solo tengo agradecimiento para mi tierra, para mi pueblo. Y respeto. Por eso no puedo hacer otra cosa que respetar a los que aquí viven y todo lo que deseen para prosperar. Ahora Mombeltrán tiene ante si el reto más importante de su historia. Algunos lo ven como una maniobra política, pero yo creo que es algo más importante. Se trata de un sentir ciudadano, social, sentimental, moral y, sobre todo, un acto de dignidad y de justicia. Les aseguro que la mayoría de la gente buena residente quiere ser escuchada, sin tergiversaciones ni manipulaciones interesadas de su voluntad. ¿Qué van a hacer ustedes al respecto?

La misma Villa de Mombeltrán, la misma España, que ha tolerado la coronación de su primo lejano está en plena transformación y hartazgo social. Las estructuras mentales, institucionales y sociales parecen agotadas y ahora se trata de evolucionar. No hay otro camino.

Ustedes pueden ponerse del lado de los poderosos, de los corruptos, de los que no quieren que nada cambie para mantener su estatus, de los amantes del besamanos, de los interesasos de siempre; o bien, del lado de la gente normal residente que necesita un cambio municipal radical, para limpiar y renovar el panorama político y social villano. Entre muchas otras cosas.

Por todo ello, queridos Reyes Magos de Oriente, mi petición es la siguiente: ¡No nos traigáis más Políticos ni Alcaldes corruptos de éstos que nos sobran muchos y, si os parece bien y tenéis sitio, os los podéis llevar de aquí allí donde habita el olvido!

P.D. ¡Ah, se me olvidaba lo más importante! Siempre me quedé con las ganas de que los Reyes me trajeran un Scaletrix. ¿Tienen ustedes alguno a mano, aunque sea de segunda? Muchas gracias. ¡Feliz Noche de Reyes!


¡Que No Calle La Calle!

¡Juntos, Podemos!

¡Por la rebelión cívica de la Villa de Mombeltrán!