Para homenajes los que se da el del "bigotes" en la Guindilla. He visto que hay carteles puestos por ahí en el que se anuncia un homenaje a los actores y ayudantes que participaron en la escenificación de la obra de Hernández Tejero “Lágrimas por una Condesa” hace treinta cincos años. Como hablar sobre los homenajes es hacer filosofía y no es mi intención filosofar, sólo puedo decir que puede que fuera un hito para los que participaron en su puesta en escena. Puede que aquél verano del 78 aún lo recuerden gratamente… Mis recuerdos son distintos, pero como han pasado muchos años y todos nos hemos moderado, ahora veo aquella representación con más benevolencia. En aquellos años de efervescencias política de todos los que entonces éramos jóvenes me pareció aquella escenificación el entretenimiento de un grupo de jóvenes de derecha de la rama “meapilas”, que dirigido por un cura nacido en la Parra que enseñaba en la Escuela de Magisterio de las Islas Filipinas literatura española iba a representar una obra suya sobre la vida de Juana de Pimentel. En aquellos años estas historias ficticias como el “mal de amores” de doña Juana de Pimentel tras el ajusticiamiento de su marido don Álvaro de Luna, sonaba a rancio y aún hoy día me parece casposo ¿Imagínense lo que me sugería una teatralización de este “lamentable” hecho, no me refiero a la obra sino a la muerte por mal de Amores de doña Juana? Salvando a la hija del maestro que la he oído declamar y lo hace bien, dudo que en los otros que participaron en la puesta en escena de la Obra, actores, personal de oficios, publicistas y gestores culturales, aquél esmero levantase vocaciones artísticas, literarias o el amor por la historia …Si “bigotes” no me lía en la Guindilla sin duda me acercaré al homenaje |