La Jara y el Pleno: sobre un absurdo A veces la falta de habilidades de comunicación complica una situación que de haberlas tenido ( los implicados) se hubiera solucionado: así ocurrió en el Pleno de ayer en el que una chica que se presentó como Tesorera de la Asociación la Jara y miembro del Partido Socialista ( el portavoz socialista don Oscar Tapias y de Gregoris ya había calentado el terreno examinado a María José Sánchez sobre el concepto de lucro ) reprochó a la concejal responsable María José Sánchez que hubiera retirado a la Asociación la Jara del uso del Gimnasio de las Escuelas Nacionales sito en la calle Triste Condesa que utilizaba desde hace años, con el argumento de que como Alicia Lezcano se había jubilado quedaba roto el compromiso adquirido con ella hacía años y que la asociación que ella dirigió “ Asociación la Jara “ era una asociación con ánimo de lucro porque cobraba cuotas a sus socios y la echo en cara que hubiera cedido el uso de ese local a una reciente asociación arénense,” la Asociación Taurina “ que sólo cobraba cuotas a parte de sus afiliados y que pensaba utilizar el gimnasio de las Escuelas Nacionales para dar clases de sevillanas. En el turno de intervención del público Bernabé el de UPYD aclaró este asunto, en los siguientes términos: una asociación que es tal cuando se registra en un registro de asociaciones y es confirmada su inscripción es por naturaleza una persona jurídica sin ánimo de lucro, si tuviera ánimo de lucro esta persona jurídica sería otra cosa ( hay mucho tipos societarios) y su constitución hubiera sido diferente al de una asociación ; naturalmente este no es óbice para que cualquier asociación cobre cuotas a sus socios y pague a sus empleados. Dicho esto hay que decir que la asociación la Jara es una asociación sin ánimo de lucro y como tal con el mismo derecho a disfrutar del uso del Gimnasio que la Asociación Taurina. Evidentemente a tratarse de un espacio “singular” y cuyo uso demanda varias asociaciones, habrá que fijar una forma de uso, en base a criterios como el número de socios de las diferentes asociaciones, el arraigo de las asociaciones en la Ciudad… eso sí sin excluir a ninguna asociación que desee utilizar ese espacio. La falta de capacidad dialéctica de la socialista, a la que no iba a la zaga la Concejal, produjo una escena de relativa violencia verbal y de confusión de los argumentos por ambas parte. La tesorera de la Jara no supo concretar una petición y María José Sánchez tampoco pudo dar una justificación de su actuación y mucho menos ofrecer una solución. Es sin duda un equívoco en el que gente con más tablas no habían caído. Y como sólo es un equívoco y las dos son gente de bien la solución es muy fácil: reunirse la Concejal y las diversas asociaciones que tienen interés en el uso del Gimnasio y ponerse de acuerdo. |