Enriquillo intenta pinchar Me temo que el de los Plenos ya peina canas y está curando de espanto y por saber ¿Quién da más?... No creo que el de los plenos quiera poner en evidencia a doña Caridad, porque cualquier persona bien nacida sabe que gran parte de los fallos de gestión de esta corporación se debe a la herencia recibida. Pero yo que soy un pobre filósofo (a quien otro Diógenes, Diógenes Laercio me atribuye la fundación de la secta de los cínicos) sí me planteo ciertas dudas . Me he pasado horas intentando comprender este mensaje de mi señor don Enrique: <<El Patronato de esa Funfación no se ha nombrado y que sepamos el nuevo gobierno no ha anulado la creación de la Fundación. Todavía queda mucho por hacer para su total constitución. El P.P votó en contra en el pleno en el que se aprobó la fundación, pero como se dijo allí, cambiando de opinión, pues en Comisión votó que sí>>. Perdono a mi señor (entonces los reyes no estudiaban) que confunda los conceptos jurídicos y que transmute la revocación en anulación: porque la anulación es según la Ley de Régimen Jurídico y Procedimiento Administrativo Común lo siguiente: <<Artículo 63. Anulabilidad. 1. Son anulables los actos de la Administración que incurran en cualquier infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder. 2. No obstante, el defecto de forma sólo determinará la anulabilidad cuando el acto carezca de los requisitos formales indispensables para alcanzar su fin o dé lugar a la indefensión de los interesados. 3. La realización de actuaciones administrativas fuera del tiempo establecido para ellas sólo implicará la anulabilidad del acto cuando así lo imponga la naturaleza del término o plazo>> Que quede claro que disculpo su ignorancia, lo que creo entender es que don Enrique IV, el rey que rabió, no ve mal que se modifique la forma de gestión del Palacio de la Mosquera que con tanta elocuencia defendieron algunos concejales en el anterior mandato, al final lo he entendido: ha cambiado el escenario y de implementarse esta resolución no serán ellos quienes nombre al director de la Fundación , a los patronos y decidan que instituciones serán miembros natos, será algún infante díscolo quien se siente en la mesa a “mantel puesto”. |