Zardaín - Asturias

Querida, me hablas de corzos, y pego un salto como un idem, del cabreo que cojo. Parafraseando a Julio Anguita que una vez dijo: Malditas sean las guerras y los canallas que las apoyan. Igual digo yo, maldito sea el que tuvo la idea de soltar corzos en este Concejo. Aquí nunca hubo corzos. Tampoco les echábamos de menos. Algún Yuppi, politiquillo del tres al cuarto decidió que Asturias Paraiso Natural era eso, introducir artificialmente fauna ajena. Ya lo decía el tou padre, quieren echanos nin, quieren que esto sea un coto de caza para los señoritos y a los labradores, que nos zurzan. Qué razón tenía el probe. Aquí nun había más que raposas, los xobos se les oía aullar, pero nunca bajaron, mantenían las distancias, jabalíes había uno o dos como mucho, ¡¡maldición!! ahora fuzán como demonios y te sacan las patacas,el maiz y todo lo que pillan a su paso, y ¡¡ojo!! no oses meterte con ellos, que parece que saben que están protegidos, mira lo que le pasou al tou padre, taba una jabalina con sus dos retoños comiéndoi los calabazones a Lulo, asi que foi a espantálos, y salieron corriendo, pero uno de los jabatos quedó enganchado en la alambrada y empezó a gruñir, ¡¡ay la madre que tal vio!! dió media vuelta y como un miura estaba dispuesta a empalar a Lulo, si non llega a salir por piernas pa casa. Ásí que nada, que sigan los corzos campando a sus anchas y los jabalíes, para que señoritos con todo-terreno vengan a pegar tiros y los probes paisanos especie en extinción. Yo también me extingo.