Yerbo - Asturias

Ya sé que será difícil comprenderlo, pero es que oir tocar al Corredoiro el clarinete y otros músicos que lo acompañaban el xasofón, la acordeón y la batería, subidos al huerto delante de la capilla, en nada tiene que envidiar a los orígenes del jazz americano, tan pomposamente elogiado.
Allí la gente se empapaba de sentimientos y sueños. Las mozas bailaban el "slok-rok" -según decía el músico- mientras los mayores miraban, mientras otros nos atrevíamos a la "pava".
¡Hay que tiempos!.¡Hay que vivencias! ¡Felices años aquéllos!, que hoy pretendo hacer llegar a Paco Gómez, para que se ponga bueno enseguida.