Urbiés - Asturias

DIMITIR: renunciar, hacer dejación de algo, como un empleo, una comisión etc.
Esta palabra, usada por una amplia mayoría de la población y en deshuso por parte de la élite política, empresarial o financiera, se escribe con mayúsculas hoy en día, cuando alguien hace uso de ella, en primera persona. No voy a ser yo, quien lo entrone ni mucho menos, puesto que el escándalo de los ERES y los maletines, debería hacer que muchos en Andalucía, hubieran presentado su dimisión ya hace mucho tiempo, pero no deja de dejarme atónita, ver que mientras a éstos se les exige la devolución íntegra de los miles de millones de euros, empleados en formación, subsidios, comilonas y demás gastos absurdos, no se aplique la misma regla de tres a los grandes ladrones de nuestro país. No se si os dais cuenta, de que el rescate a la Banca, que primero iban a pagar los bancos y ahora ya nos dijo, el ínclito Rajoy, que íbamos a ser los ciudadanos, se van a ir de rositas. A Rato no lo toca nadie, a los mayores pufistas del país, presidentes de bancos, que más que bancos eran garitos para lucrar a la élite financiera y empresarial de los colegas, no van a pagar ni un solo euro, por el agujero de más de 50.000 millones de euros, que les vamos a dar nosotros. ¿Os dais cuenta de quienes pagan siempre los desmanes de los demás?. Si, los de siempre, los que menos tienen, los que pelean por un trabajo, para mantener la familia, por tener una vivienda, por dar una educación y un futuro a sus hijos, los que pagan los impuestos, los que no pueden evadir ni un billete de 10 euros, porque Hacienda se les echaría encima, los que tienen que ver como el gobierno, los quiere, serviles ante el empresario y sumisos ante los decretos gubernativos. Realmente ¿eso era lo que queríais?. Me alegro mucho de no haber votado al PP, me alegro mucho de poder decir lo que pienso, sin remordimientos, sabiendome libre de opinión, si ningún corsé que me quieran imponer de uno y otro lado, porque hoy en día, los incondicionales de uno y otro lado, se olvidan de quien realmente importa. EL CIUDADANO-A, que es la base de un país, la raiz, quien levanta, hunde o aguanta realmente el día a día y la historia. Si las personas, no toman conciencia de su valía, de sus derechos y se convierten en instrumentos del poder, creo que más pronto que tarde, veremos como las películas de ciencia ficción cobran realidad, en un mundo en donde esa élite, de políticos, y adinerados, que crecieron, someterán a un pueblo, por una limosna para sobrevivir, en las condiciones que impongan. Triste, pero tan real, como que el PP sigue gobernando en mayoría absoluta, con todo el pueblo en su contra... bueno, todo no. Borregos y borregas siguen en el redil, dispuestos a berrar y a dejarse sacrificar por su señor.