Urbiés - Asturias

Consuelo por un tubo
Los Bomberos de Granada evitan la amputación del pene de un hombre que tenía su miembro atrapado en una tubería cilíndrica, al parecer como práctica sexual




Granada / Oviedo,

Agencias / F. VALLINA

No es nada habitual que los Bomberos de Granada se encuentren con una emergencia como la que tuvieron que atender durante la madrugada del pasado martes. Los Bomberos fueron determinantes para evitar la amputación del pene de un hombre que tenía atrapado su miembro viril en una tubería cilíndrica donde previamente lo había introducido. Ni los médicos pudieron extraerlo, por lo que fue necesaria la herramienta de los profesionales. La presión del cilindro estaba estrangulando el órgano sexual con un grave riesgo para el paciente de sufrir gangrena.


Los servicios de urgencias del Hospital Ruiz de Alda de Granada se encontraron con el problema cuando un hombre de 52 años se presentó en el centro con el pene dentro de un tubo cilíndrico de acero -al parecer como parte de una práctica sexual-, algo que le había causado una importante inflamación del órgano sexual. Ante la imposibilidad de cortar el cilindro -de unos dos centímetros de diámetro, cuatro milímetros de espesor y algo más de cinco centímetros de longitud-, los facultativos solicitaron ayuda a los Bomberos a fin de evitar la amputación del pene, que estaba estrangulado dentro del tubo, lo que impedía que bajase la erección.


En ese momento comenzó el trabajo de los bomberos. «Preparamos el material que podía servir, las herramientas más pequeñas que teníamos, y nos fuimos para urgencias», señaló el sargento Simón Soriano, uno de los profesionales que participaron en el rescate. «Allí nos encontramos con que la situación era peor de lo que nos imaginamos, por el aspecto que presentaba el pene», ya que habían pasado varias horas desde que se produjera el incidente y «había poco tiempo de respuesta», explicó Soriano. Al percatarse de que ninguna de las herramientas trasladadas al quirófano podía servir para cortar el objeto metálico sin dañar el órgano sexual, el sargento recordó que tenía en casa un pequeño taladro de bricolaje -una pequeña sierra circular denominada bremer- y fue a por él mientras el paciente seguía en quirófano.


En la intervención se emplearon casi dos horas, un tiempo en el que los bomberos compartieron quirófano con los cirujanos. «Fue un trabajo en equipo», señaló un portavoz de los Bomberos, que también explicó que es la primera vez que intervienen en un quirófano, aunque sus servicios sí han sido requeridos en numerosas ocasiones para extraer órganos atrapados en maquinarias, como dedos o brazos. Al final, todo se quedó en un susto.


Algunas prácticas sexuales, sobre todo aquéllas en las que se utilizan objetos o animales, pueden llegar a ser muy peligrosas para la salud, aunque en España son más comunes de lo que puede parecer. La sexóloga Ana María Caro, experta en el tema, tiene claro que no es «inhabitual» el uso de objetos que, en principio, «pueden parecer extraños».


La sexóloga alerta sobre el uso de objetos «extraños» que no hayan sido específicamente diseñados para las prácticas sexuales. Apunta en ese sentido el riesgo de introducir objetos en la uretra o de utilizar piezas pequeñas, frágiles o con aristas en el recto, pero también subraya la importancia de romper mitos tradicionales y afirma que la utilización de determinados objetos, con el debido asesoramiento y garantías sanitarias, puede llegar incluso a ser saludable y beneficiosa para combatir algunas dolencias, como el vaginismo.


Entre los objetos que se suelen introducir en la uretra, aficionados a estas prácticas destacan los mezcladores de cóctel y las agujas de hacer punto que, debido a la estrechez del conducto uretral, pueden provocar «serios daños». A su vez, la sexóloga advierte de los peligros que representan aquellos «elementos que se pueden perder dentro del recto», como las bolas chinas.


...yo creo que al pobre nun y van a quedar más ganes....