De Cambridge a Porciles José Manuel Boto combina su trabajo como profesor de inglés con la regencia de un viejo bar tienda de la localidad tinetense POR IGNACIO PULIDO Porciles (Tineo) José Manuel Boto Boto habla inglés, alemán, castellano y bable. Al menos así reza en un cartel que cuelga de una de las jambas de la puerta que da acceso a su bar tienda, en la localidad tinetense de Porciles. Hace veintisiete años, este tinetense regresó a su pueblo natal tras permanecer durante una larga etapa en el Reino Unido. Desde entonces combina la labor de comerciante con la docencia. Tres días a la semana, Boto deja a un lado sus quehaceres tras el mostrador e imparte clases particulares de inglés a una treintena de chicos y chicas de Tineo, Pola de Allande y Cangas de Narcea. El apellido Boto es sinónimo de comercio en Tineo. Durante décadas, la extensa familia de José Manuel regentó varios comercios diseminados por pueblos de todo el concejo. Algunos como los antiguos chigres de Bárcena del Monasterio o El Freisno cerraron sus puertas hace años. Otros en cambio, como el suyo o el de La Mortera, siguen abiertos al público. En 1929, sus abuelos paternos, Baldomero Boto y Generosa Menéndez, inauguraron su propio negocio en Porciles. «Pertenecían a una casa acomodada. Se dedicaban al campo y estaban bastante preparados», comenta el comerciante, que heredó la tradición vendedora por partida doble. «Mi abuelo materno, Manolo Boto, regentaba otro bar tienda en La Mortera», subraya. Baldomero Boto y Generosa Menéndez dedicaron toda una vida a su negocio. «Mi abuela Generosa falleció con ciento cuatro años de edad», recalca José Manuel. Desde principios de la década de los sesenta, sus progenitores, José y Josefina Boto, trabajaban duro al cargo de la empresa familiar. «Mi padre y mi abuelo se dedicaban a la compraventa de jamones», recuerda. El comercio de avellanas era otro de los pilares de su economía doméstica. «Se llegaban a mover veinticinco toneladas anuales. Cuando se comenzó a importar de Turquía todo se acabó», lamenta. José Manuel siempre quiso conocer mundo. Su curiosidad le animó a estudiar filología inglesa en la Universidad de Oviedo. «Cuando acabé mi carrera me fui a vivir al Reino Unido. Allí permanecí durante varios años. Todo ese tiempo estuve en Cambridge, Coventry y Londres», comenta. En 1984, el fallecimiento de su madre le empujó a regresar. No quería dejar a su padre solo, teniendo en cuenta que su único hermano, Luis, se había casado y vivía en Oviedo con su esposa. «El pueblo se me hacía pequeño. Eso me animó a dar clases de inglés», afirma. La vida en Porciles requiere de mucha paciencia. Los inviernos se hacen muy largos, pero José Manuel ha logrado amoldarse. Su padre falleció en 2007 y desde entonces vive solo. «Me adapto a todo pero me cuesta imaginar un futuro aquí. No me gustaría acabar viviendo de un modo completamente rutinario», matiza. Dos o tres tardes a la semana echa el cierre al bar tienda e imparte sus clases de inglés. «Suelo tener unos treinta y pico alumnos y alumnas», precisa el tinetense, a quien también le picó el gusanillo de la gran pantalla. «Participé como figurante en las series "La Señora" y "Doctor Mateo"», proclama. Casa «El Boto» se encuentra a pie del Camino de Santiago. La ruta es fuente de ingresos y de anécdotas para José Manuel. «Hace siete años, Julio Anguita llegó con su esposa haciendo el camino. Estuvo tomando algo aquí y olvidó su cartera. Cuando me percaté ya estaba en Pola de Allande. Logré devolvérsela y se mostró muy agradecido», rememora. Las cosas no van bien últimamente para José Manuel y sus vecinos. Desde hace seis meses el único acceso a su pueblo, la carretera AS-219, está prácticamente intransitable. «Comenzaron a arregarla y se detuvieron. Se está haciendo un daño inmenso a esta zona», sostiene el comerciante, el cual desea que todo se solucione cuanto antes. «Ojalá mejore la situación para todos nosotros», concluye. Nombre Casa El Boto Lugar Porciles (Tineo) Fundadores Baldomero Boto y Generosa Menéndez Año de apertura 1929 Tipología Comercio mixto Otros datos El comercio de avellanas fue una de sus principales fuentes de ingresos hasta principios de la década de los noventa |