Tineo - Asturias

El nombre de Vicente Álvarez Areces sonó en las quinielas como aspirante a ocupar el sillón de ministro de Trabajo que ha dejado libre Celestino Corbacho. El hecho de que esa posibilidad no haya cuajado no ha decepcionado al presidente del Principado, según destacó ayer, en la primera valoración de la remodelación del gabinete emprendida por José Luis Rodríguez Zapatero. «No sólo no es una decepción sino una satisfacción; en lo personal, es una gran satisfacción como socialista ver que el Gobierno se renueva y coge impulso», señaló Areces. Tanto el Ejecutivo regional como la Federación Socialista Asturiana, asimismo, coincidieron en quitar hierro a la ausencia de asturianos en el remozado equipo de Zapatero.

«Yo siempre he dicho que iba a mantener mi responsabilidad hasta acabar la legislatura», argumentó Areces, que remarcó su intención de seguir trabajando «para ayudar a Asturias a superar esta difícil situación». El presidente, pues, se marca la lucha contra la crisis como principal reto de la última etapa de su mandato.

Areces elogió la nueva estructura del Ejecutivo, «que se refuerza para afrontar la crisis con solvencia, se fortalece y aporta una imagen renovada». Cree el presidente que la reducción de ministerios «da un mensaje de austeridad» y que los nuevos integrantes del gabinete aúnan «peso político y experiencia de gestión» para, «tomando medidas y asumiendo reformas», dar la vuelta a una situación económica «compleja».
Un mensaje similar trasladó la portavoz del Ejecutivo, Ana Rosa Migoya, que mostró su confianza en que el nuevo Gobierno «siga tendiendo la mano a las autonomías» y apostando por políticas de cooperación. Migoya restó trascendencia a la ausencia de asturianos en el gabinete y defendió «el compromiso» del Estado con la región, independientemente de la composición del Consejo de Ministros. «Aquí lo que importan son los hechos, que los proyectos decisivos se desarrollen como está previsto, y no el lugar de nacimiento de las personas», reflexionó.
En ese argumento incidió el secretario de Organización de la FSA, Jesús Gutiérrez, para quien más importante que la existencia o ausencia de ministros asturianos es contar con un Gobierno «fuerte». Admitió, eso sí, que esa posibilidad «nos gustaría a todos», si bien se mostró convencido de que, en cualquier caso, Zapatero «seguirá teniendo al Principado entre sus prioridades, como hasta ahora». Gutiérrez, además, dijo que la remodelación configura un gabinete «con mucha capacidad política» en un momento en que la crisis así lo requiere.

De las filas socialistas surgieron ayer mensajes de apoyo y aval a la remodelación gubernamental. El delegado del Gobierno, Antonio Trevín, indicó que los cambios supondrán «un nuevo impulso y energías renovadas» y que serán «positivos para España, tanto en el discurso como en la acción política».

También se pronunció la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso, que limitó su valoración al papel que ha jugado en el Ejecutivo la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega. «Ha dado lo mejor de su tiempo y ha hecho política como ella sabe hacerla, con muchísima eficacia, generosidad y entrega».