El Principado encabeza la presión fiscal sobre las herencias El impuesto de sucesiones y donaciones centró en los primeros años del siglo XXI la pugna tributaria entre las comunidades autónomas, que fueron legislando bonificaciones y reducciones que terminaron por establecer grandes diferencias entre lo que pagan por heredar o donar bienes en vida los ciudadanos de las distintas regiones. Asturias quedó colocada en ese proceso a la cabeza de la presión fiscal sobre las herencias, aunque llegó a suprimir de hecho el impuesto en algunos grados de parentesco y para las bases imponibles más modestas. El impacto del impuesto de sucesiones sobre las herencias de cierto alcance económico, combinado con los de patrimonio e IRPF, que en Asturias tienen tipos marginales más altos que en la mayor parte de España, ha llevado a un sector de expertos y algunas formaciones políticas, como el PP, a advertir de un riesgo intenso de deslocalizaciones fiscales de contribuyentes acaudalados. En cambio, otro sector de economistas considera que, aun existiendo cierto riesgo, el problema no es alarmante. Un ejemplo Un joven de 30 años hereda de su padre 800.000 euros, incluida una vivienda de 200.000. Tributaría así en las regiones de régimen común: -Andalucía: 164.049 euros -Asturias: 162.617 euros -Extremadura: 158.796 euros -Canarias: 134.234 euros -Castilla y León: 111.480 euros -Aragón: 104.114 euros -Galicia: 55.180 euros -Baleares: 8.000 euros -Castilla-la Mancha: 7.939 euros -Murcia: 1640 euros -Madrid: 1.586 euros -La Rioja. 1.576 euros -Valencia: 1.523 -Cantabria: 1.268 euros -Cataluña: 353 euros |