Tineo - Asturias

El Tribunal Supremo ha condenado a un año de prisión por delitos de abuso de autoridad y extralimitación en el ejercicio del cargo a un sargento primero de la Brigada de la Legión de Almería que pegó a un caballero legionario dos patadas en los glúteos, un bofetón y una "colleja" –en palabras de un testigo, además de llamarle ante otros soldados "gilipollas", entre otros insultos. La Sala de lo Militar del Supremo ratifica íntegramente la sentencia del Tribunal Militar Territorial Segundo dictada el pasado 10 de enero, que además condena al acusado a pagar a la víctima 600 euros en concepto de responsabilidad civil.

El Supremo ha desestimado el recurso de casación interpuesto por la defensa del suboficial, por una supuesta infracción del precepto constitucional del derecho a la presunción de inocencia y por errores en la valoración de las pruebas. Y lo hace fundamentalmente porque las agresiones se produjeron ante testigos, otros soldados, que ratificaron la denuncia de la víctima, quien además sufrió un cuadro de agitación neuropsíquica por la que tuvo que acudir al servicio de urgencias de un hospital, dolencia que fue tratada con tranquilizantes.

Los hechos ahora sentenciados definitivamente ocurrieron a finales de 2009. En primer lugar, el fallo considera como hechos probados que el 27 de noviembre de ese año, el legionario se presentó en su unidad a lista de ordenanza vistiendo ropa de deporte, cuando debía haber comparecido vistiendo el uniforme mimetizado. Para cambiarse de uniformidad entró en el edificio de la compañía, momento en que se le acercó el sargento primero, quién le dijo que estaba arrestado tres días por llegar tarde y, mientras el legionario se encontraba en posición de firme, le golpeó por dos veces con la mano abierta en un lado de la cara y el cuello, sin que necesitara asistencia médica.

Días después, el 3 de diciembre, durante un ejercicio de fuego real, el sargento primero recriminó una acción del legionario, hacia quien se dirigió llamándole "entre otras expresiones, gilipollas y subnormal", para a continuación , "al pasar al lado del suboficial, éste le dio una patada en la pierna, por lo que, sorprendido, el legionario se quedó parado, momento en que el suboficial cogiéndole por los hombros le dio otras dos patadas en los glúteos".