Sotrondio - Asturias

Espero que alguien lea mis mensajes y quiera contestarlos.Gracias.

Muchas gracias por tu saludo. Si nadie te ha contestado antes es por que esta pagina no es muy conocida.
Un saludo y feliz 2006.

Sí es conocida; entro todos los días, pero me cuenta mucho escribir. puedo leer y si alguien lee esto que conteste, por favor. Es muy triste la soledad estando al otro lado

Hay una preciosa canción de Lone Star cuyo estribillo reza:

Chica Solitaria
que jamás tuviste amigos
tu que desde la ventana
ves pasar a los demás

Chica solitaria
que la tarde de un domingo
en las sombras de tu alcoba
los minutos ves pasar...

No se si eres varón o hembra, pero la soledad viene a ser la misma ¿Verdad? Venga chc@s, no os deprimais... Ánimo, nadie está, sol@, al otro lado. Tod@s estamos acompañad@s de este lado

Gracias

¿Andas todavía por aquí solitari@? Venga, hoy voy contate otra historia de caxigalinas. Ahí va:


PATA NEGRA DE TRABANCO
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Los grillos estivales corean, estridentes, los rigores del verano mientras la canícula agosta las curvadas vueltas del concejo de Xixón allá para cuando arrecia el día y la desolada carretera sangra el derretido asfalto que chasquea pegajoso bajo los neumáticos. A la entrada del pueblo el vistoso letrero rotulado sobre una enjalbegada pared anuncia el "LLAGAR".

Aquella sombreada estancia donde entré a comprar la buena sidra que se pisa en la comarca estaba al cuidado de un niño que, mientras yo escudriñaba, fue a buscar a la hermana mayor. Revisé la estantería escogiendo las 24 botellas (dos cajas) para llevar... y la hermana sin venir. Seguramente echaría la siesta al cobijo de alguna penumbra fresca pensé mientras repasaba otra vez las sugerentes botellas del dorado néctar alineadas en las estanterías... y ella tardaba y tardaba.

De repente apareció. Evidentemente sesteaba cobijada bajo algún fresco lozano a tenor del diminuto vestido de lino, palmo por encima de la rodilla, que, arrugado por la postura, menguaba si cabe un tanto para exhibir sus torneados muslos, los cuales, a contraluz, adivinan una voluptuosa zona tapada donde la fina lencería se remarca (rosa) entre el difuminado carnal y la falda. Frisaría los veintitantos años aquel espléndido cuerpo pletórico de formas, rubicundo en sus partes vellosas y una larga melena rubia recogida en la nuca como fruncido moño del cual se desprendían, tal vez por efecto de la refriega, algunas revoltosas greñas que revoloteaban etéreas sobre su bronceada espalda... Al agacharse para encajar las botellas, iban y venían con suave cadencia dos generosos pechos lujuriosamente blanquecinos al contraste del cárdeno pezón.

Sacome de semejante ensoñación la femenil voz que reclamaba dulcemente:
.- Esto vale setenta y dos euros, señor.
.- ¿Setenta y dos euros? Eso no tiene precio, querida. -Contesté sin malicia pero todavía atónito.

Desde entonces, y favorecido por aquella pródiga percepción, soy el máximo propagandista de las doradas suculencias que otorga la exquisita sidra pata negra de Trabanco.

No, nada de eso; la sidra, embutida en el verdor del cristal que es el mismo color de su cuna, despierta todo menos eso. La sidra te hace evadirte para volver a la tierra y en cada trago, te llena de luz, de sabor a pumar. La sidra es otra cosa.
Y más es así con la sidra de Trabanco, en cuyas raices se nota el regusto a la escombrera minera. Alguien me dijo que el grisú huele a manzanas maduras. Mi amigo Samuel Trabanco debe saberlo, sin duda, y por eso recarga en cada botella un poquito de ese compañero fatal de los mineros.
Lo que de veras no tiene precio es popder disfrutar de la conversación con los amigos teniendo sólo como testigos el vaso a la espera y la botella paciente.
Creo que te has ido por derroteros inadecuados y que toda tu carta es despreciable; no me gusta y alguien debería borarla de inmediato. Deberías corregir todo el texto, hacerlo sencillo -porque la sidra es sencilla- y plasmar sensaciones, tales como la sonrisa de unos niños atendiendo un lagar, la evocación de un olor, el tacto de una botella o el chasquido de ese corcho que deja escapar unas tímidas burbujas.
Uno de mis compañeros hacía sidra en Bimenes y en las calurosas tardes de verano me contaba, al entrar en el relevo de las tres, cuánto deseaba volver temprano para casa, porque aún podía tomar esa sidra, su sidra, al pie de su lagar. Me había prometido que iríamos, que compatiríamos un buen rato. No lo cumplió; no salió de la mina en aquella soleada tarde de otoño del año 1991. Se acabaron sus días. Tal vez sus hijos sigan haciendo sidra.

Vale, admito la réplica, quizás mi caxigalina esté más próxima al ruido a motor de los modernos escanciadores eléctricos y al enfriador automático que a las fueyas tapando el agua del caldero a la sombra y del pulso firme que busca el canto para que el dorado néctar de los dioses astures faiga la estrella. Y efectivamente la sidra en la botella no se ve (como bien denuncias) En mi descargo argüiré la socorrida licencia poética. En cualquier caso tan solo he querido expresar un simple divertimento, machista como única virtud si alguna tiene, no algo científico. SALUD AMIGOS.



PD. Si que me gusta a mi la historia esa del grisú y el poso final de la sidra. Ya mismo te plagio la idea y me pongo a trabajar sobre ella (El gusto de la tierra, la vida y la muerte) cuando la tenga lista la colgaré aquí mismo.

Esio ya está mejor, has enmendado parte del error.
Un saludo

PARA LOS DOS CATEDRÁTICOS DE ARRIBA QUE DE SIDRA 0 PATATERO: LA SIDRA DE TRABANCO TIEN TANTA QUIMÍCA QUE ECHA UN FEDOR QUE TIRA PA TRAS Y DA UNA CAGALERA K TE SIENTA EN EL RETRETE DE POR VIDA. Y LA DE CAMÍN YE DE PIESCO. ¿ENTERASTISVOS? PUES MAS PRACTICA Y MENOS TEORÍA, LISTOS

Voy icite una cosa, salao: la de Trabanco ye de lo mejor que hay por ahí, ni Zapatero ni leches. Lo que pasa que a quien tien el pico fecho pa la de casa se i pon la boca de químico porque lo nota raro, pero de eso nada, a mí gustame, la que más, ¿tamos?. Ye verdad que pues garrar cagalera, pero con esa o con cualquier otra, no lo dudes. Cuando quieras quedamos y te demuestro lo bien que espalma, tas invitau, pásate por casa Cordeles en Lada, el sábado por la mañana y pregunta por mí (Maxi). Un saludo

Maxi, no se si fue alguien del foro a tomar esa botella de sidra, yo no porque vivo al otro lado del mapa, pero pal puente de todos los santos vamos la mi muyer y yo a tomar contigo una botella sidra en los Cordeles de Lada aunque sea lo último que haga, una abrazo majo.

(Soy el de las caxigalinas: Vítor)

VALE, VÍTOR, ALLÍ VOS VEO.
UN SULUDU