Siero - Asturias

Fui a enseñarle a mi Chica el Carmín, y había tal barullo para aparcar que después de un montón de vueltas si encontrar sitio decidimos abandonar y salir del pueblo... cuando de repente, un resquicio de hueco, donde encaje el coche tras un montón de maniobras.
Cuando bajé y cerré, me percaté de que una enorme paleta, además de una cinta de la policía prohibía tajantemente ¡APARCAR!

Anduvimos unos metros y nos topamos con dos agentes de la policía municipal que hacían visibles esfuerzos por mantener un poco de orden en aquel caos (media Asturias estaba allí de romería) Así que mi pregunta fue capciosa:

,-¿Que tal andáis de tolerancia con el aparcamiento?

,-¿Tolerancia. Pero no vé usted cómo está todo colapsado? Si nos ponemos a echar multas no hay boletines en toda Asturias para tanta infracción.

Resumiendo, el hombre me explicó que si no había una denuncia explícita de alguien que quisiera salir y no pudiera, interrupción manifiesta de la circulación, o denuncia de la Guardia Civil, la tolerancia era total...
Fuimos al prado de la romería, comimos el bollo preñado, un pedazo muy rico de empanada, la botellina de sidra. Dimos una vuelta, compramos el pañuelo, y volvimos al cabo de la hora poco más o menos. El coche estaba intacto y sin denuncia...
He de advertir que anduve mil Km. para visitar Asturias y entre otros muchos sitios La Pola.
Y volví un montón de veces más, a comer, a comprar chorizos y a visitar la zona porque comprensión, solidaridad, y saber estar como los vecinos de La Pola, incluida su Policía Municipal, son de admirar.

Queda dicho: porque de bien nacidos es ser gradecidos.