Serín - Asturias

El viernes por la tarde bajé a Valencia y me topé con la caravana que recoge firmas para pedir la cadena perpetua sobre ciertos delitos.

En una mesa al efecto el padre de Mari Luz hablaba con los firmantes dándoles explicaciones. Adelantaré que de momento no firmé.

Pero esta actitud (de no firmar) me crea un conflicto moral entre lo que son mi ideas y lo que desearía hacer.

Como individuo y como padre me pongo en su lugar y al hijo de perra que mató a la niña le arrancaría la cabeza. Así, sin piedad, de un tirón, y se acabó el problema.

O empieza el problema: Un asesino asesinando a un asesino. En cualquier caso, el individuo puede asesinar al monstruo, y aplicar todas las eximentes morales. ¿Pensamos en Hitler, en Franco, en Mussolini? ¿Hablamos de delitos contra la humanidad?

Pero la justicia tiene otro cauce. La justicia no puede tener arrebatos, indecisiones, o decantarse irreflexivamente según la incline el vendaval pasajero de una justa venganza según los cánones biblicos del ojo por ojo.

He visto y oido por los medios de comunicación al padre de Mari Luz, y admiro la entereza moral de esa persona. Los razonamientos justos, reposados. Poniendo tranquilidad donde explota el arrebato. Sufriendo, penando, con temple y dignidad (no olvidemos que acaban de hacer una masacre con su niñita, ahí no existe la comedia, se sufre más alla de lo concebible). He visto otros padres luchar y sufrir en idénticas circunstancias y me he solidarizado con ellos (las niñas de Alcasser, asesinadas violadas, escarnecidas)

Pero, creo que ahora, en plena euforia del barbarismo, del crimen vil, injustificado, gratuito, perverso... No es buen momento para modificar la ley.

Para modificar la ley se precisa serenidad, sosiego. De lo contrario los amantes del fascio, los lacayos de la pena de muerte, de la horca y el gas letal, de la guiyotina y el garrote vil nos impondrán sus criterios.

Amig@s, no caigamos en la trampa que nos tienden los expertos en pescar a río revuelto.

Venga, salud a tod@s. Como siempre, la indignidad, la violencia de genero (dos asesinatos ayer, como bien nos anuncia Maruca) y la sin razón, nos imponen el discurso. Al menos deseo que no nos imponga la insensatez maquiavélica de aplicar la injusticia donde más falta la justicia. [V]

Chic@s, perdonad, se me ha escapado la "giyotina".

que cambio por guillotina (igual de perversa, pero correcta ortográficamente hablando)

Tendremos que recordar a tantos y tantos casos,en el que las víctimas(los hijos)dejan de sufrir y pasan el testigo a los padres.Yo que soy madre y como ya dije en alguna ocasión doy la vida por mis hijos,entiendo la actitud desesperada del padre de Mari Luz,como entendería la de cualquiera;si a mis hijos les sucediera algo así,seguramente echaría a andar,y recorrería España entera en busca de una solución,o simplemente porque necesitaría perderme para poder estar mas cerca de éllos.La injusticia será siempre la sinrazón de la vida,los porques que no entendemos,el luchar contra un enemigo que no vemos,etc.
El endurecer las leyes,seguramente que también,pero yo primero pediría que cuando hay delincuentes con penas pendientes,sobre todo gente como estos asesinos,que son desiquilibrados,pues eso:que se tome cuenta de ellos,que seguramente que gente con delitos menores(que también tienen que pagar su culpa)están mas controlados,porque entre otras cosas son mas fáciles de controlar.

Yo no me siento capacitada para desde aquí decir lo que está bien o mal,para eso están los jueces,pero mas que cambiar las leyes(que también)se debería de prevenir que suceda.

Un besín...Aruca