Salinas - Asturias

Al pasar por delante de Casa Natalia (Pastelería Galán) salía un olorín a repostería de manteca que me metió dentro igual que a un niño la flauta de Hamelin. Pregunté qué trajinaban el el obrador y la fía de Natalia díjome que horneaban las marañuelas. Compré media docena para probarlas, todavía calentinas. Explicome que el secreto consistía en amasarlas con manteca ASTURIANA, pues la manteca comunitaria no sirve para trabajar la repostería porque la masa no sube y al cocer "fay pitu".

El aroma de las marañuelas inundó al punto toda la casa con la dulce fragancia del pastel recién hecho, al partirlas amarilleaban exhibiendo un interior suelto y mantecoso que al introducir en la taza absorbió el liquido (café, chocolate o leche)que se deshizo en la boca despertando, en este fartón, aquel sentido ancestral de los días de fiesta en las aldeas de Castrillón.

De lo cual da testimonio V. Castrillón