La Pola Vieya/Pola del Pino - Asturias

Historia de un pueblo, el menhir de Puebla de Allier (Pola del Pino).
La permanencia de un menhir en una población en el dia de hoy en buen estado es un éxito, recibe el nombre Moyón de la Corrala o Moyón de la Toña, solo se comenta la leyenda de el "odre de Güe pintu" y muy poco del porque su existencia, en esta Corrala en una escabaciones se encontraron unos cimientos en lo cual se cree existió una torre y el solar es el lugar donde esta el hórreo, no se tiene conocimiento de su existencia ya que pasaron muchos siglos y sobre el Moyón tampoco hay comentarios, ni de abuelos y bisabuelos ni la practica de algún ritual, lo que si es cierto que no hay ningún indicio de división, señalización ya que no pasa por aquí ningún camino ni hay indicios de haber existido, ni haber sido utilizado para sujeción de algún cierre, lo único que ha sido respetado durante muchos siglos y permanece intacto, solo con la erosión normal atraves de los siglos, los motivos de no haber transmitido comentario referente al Moyón puede haber sido por miedo a represalias si se ejerce algún tipo de culto, siendo hoy el dia que no se sabe porque esta ahí ya que las investigaciones realizadas no sacan a la luz nada hasta no estar seguros y ser comparado con otros menhires existentes y no dar lugar a especulaciones que puedan dar lugar.
Desde el reinado de Alfonso X, el Sabio, la Puebla de Allier pertenece al alengo de nuevas villas creadas por el rey, registrándose los primeros cargos concejiles.
En la donación en el año 1.131, del mismo Alfonso VII, se dice; ".......
villa que vocatur Felghiras, et est in Asturias, in valle de Allier".
El Rey Alfonso VII "El Emperador", padre de la Reina de Asturias y Navarra, la allerana, DOÑA URRACA ADIFONSI "LA ASTURIANA".
El castillo de "COYANKA" Pola de Collanzo, estaba al mando D. Pedro Diaz, abuelo de Doña Urraca "LA ASTURIANA" y padre de Doña Gontrodo, casado con María Ordoñez, posiblemente natural del Pino.
En la Edad Media nacen los núcleos de las poblaciones de la Fuente, Santibañez y Llanos, iniciados por la presencia de la Orden de San Benito ya que era muy frecuente que esta Orden Religiosa se estableciera en las proximidades de los asentamientos prehistóricos o castreños, los monjes negros Cluny y los blancos Cister, los primeros advocación a San Pedro y los segundos a la explotación de las llamadas "granxas" granjas.
En un privilegio del Rey Alfonso VI, en el año 1.084, hace donación de diversas propiedades, entre ellas "en Aller el Monasterio de Llanes (Llanos) con todas sus posesiones".