Morcín - Asturias

Dice el papa de ahora que el infierno no existe, despues de tantos siglos de tener "acojonados", a quienes quisieran estarlo, con la amenaza del fuego eterno.
Pues es una pena que no haya infierno porque, por ejemplo, ¿a dónde va a ir Villa si aquí en la tierra no somos capaces de averiguar por qué procedimiento injusto amasó tanto dinero?, y digo injusto porque si no fuera así no lo tendría escondido. En el mismo caso están Pujol y muchos otros, quienes, probablemente, se van a escapar de la justicia humana.
Yo confiaba en que Dios, que, según dicen, lo sabe todo, diera su justo merecido a quienes se hicieron tan ricos, y no precisamente trabajando honradamente, pero nada, se marcharán de este mundo sin pagar por sus fechorías y en el más allá estaremos todos juntos, lo que va a ser peor que aquí porque vamos a estar mezclados con muchísimos sinvergüenzas, de los que en la tierra tuvimos el cuidado de mantenernos lejos para que no se pudiera pensar que éramos como ellos.
Y ¿qué decir de Rajoy?, no va a haber un cielo para él, que tanto hace, se desvive, por todos los demás. Es que aquí en la tierra probablemente no se le vayan a reconocer sus inmensos méritos y en las próximas elecciones el electorado le quite de donde está.
Es vidente que digo lo anterior en broma, yo ya no creo desde hace mucho tiempo en infiernos y cielos pero, bien pensado, no estaría mal que, en defecto de la justicia humana, que, por lo que se ve, no funciona, existiera una justicia de otro tipo que castigara a tanto “chorizo” metido en el mundo de la política o en los sindicatos.

Hablé más arriba de "los chorizos" metidos en el mundo de la política o en los sindicatos, y debí decir "en la política y en los sindicatos" porque poco después leí en el periódico que una de "las joyas" que birlaron tanto dinero con las tajetas negras,pagó con esa tarjeta múltiples gastos de la UGT, prueba de que el mundo de la política y el sindical están entrelazados y algunos sirven lo mismo para un roto que para un descosido, cuando no para las dos cosas al mismo tiempo. De esta forma dejan bien claro que lo suyo es voluntad de servicio, aunque de paso cobren dietas y disfruten de privilegios, manifiestamente ilegales e inmorales,¡todo por la causa!.

En todos los Políticos esta presente la corrupción . Solo es cuestión de cantidades. . . .

Los Políticos horrados se quitan de en medio cuando cae sobre ellos la Sospecha.

Los políticos honrados se defienden de las acusaciones infundadas y demuestran que se les acusó sin motivos. De los que dimiten sin defenderse, y de los que siguen y no responden cuando se les acusa de haberse aprovechado de sus cargos, se suele decir que admiten con su silencio que se les acusó con fundamento.