Morcín - Asturias

Una buena persona y un pozo de conocimientos acaba de morir. Escribo estas líneas cuando todavía Julián está en el tanatorio rodeado de los suyos, de su familia y de sus muchos amigos. Esta tarde a la seis menos cuarto será la despedida.
De un trato extremadamente educado, de una muy sincera sencillez, trabajador incansable y de una tenacidad a prueba de las dificultades y tropiezos de la vida, se hizo querer Julián por todos los que aprecian estos valores. Luchó desde hace años contra una muy grave enfermedad que le atacó aún joven, y mantuvo a la muerte a raya durante bastante tiempo con una entereza que conservó intacta hasta el último momento.
Ocupó puestos muy relevantes en su profesión, truncada en lo mejor de la vida por la enfermedad, porque era un profesional muy competente que se hizo a sí mismo, trabajando y estudiando a la vez, y era un pozo de conocimientos. Sabía Julián de todo, de lo relacionado con su profesión y de muchísimas variadas y recónditas materias, y explicaba solícitamente, con profusión de detalles pero de forma muy asequible los asuntos más complejos, y puedo afirmar esto porque le consulté sobre muchas cosas, muchas veces, y siempre tuve su afable y cumplida respuesta.
Gran aficionado en general a los automóviles y motocicletas y en particular a las carreras de coches y de motos, las seguía atentamente por la tele. Solía ir todos los años a ver una de las pruebas de fórmula uno, y más de una vez fuimos juntos a ferias de clásicos, en las que buscaba las bujías más raras y difíciles de encontrar para una colección que estaba formando.
Esta tarde le despediremos, su cuerpo se convertirá en humo y cenizas, pero todos los que le conocimos conservaremos el grato recuerdo de esa gran persona que fue Julián.
A su mujer, Julita, a sus cuatro hijos, a su hermano Juanjo, al resto de su familia y, por qué no, a todos sus amigos, les acompaño en su sentimiento de pena.
Julián Pardo Vázquez, un abrazo de despedida y de agradecimiento por lo que me ayudaste, descansa en paz.
Firmado: Alberto Alonso Gutiérrez.