Gallinal - Asturias

En la cálida tarde de estío abro la tumbona debajo de la enramada parra para disfrutar, entre la penumbra verdosa, de la suave brisa mediterránea,

Vencido por la somnolencia, se me va escurriendo el libro que finalmente viene a reposar sobre el mullido tapiz de fresca hierba recién segada.

Al tiempo que la siesta espesa con su dulce sopor mis párpados, siento su suave lengua, jugosa, que me lame las manos provocando mi caricia tenue, cariñosa...
Su lengua cálida se posa sobre mi torso desnudo y musito, adormilado, tiernos susurros mientras la mente divaga por saraos con exuberantes hetairas mostrando su redonda desnudez apenas cubierta de tenue gasa...
La voluptuosidad de sus redondos senos parece acariciarme desde mis ensoñaciones oníricas, y el sombreado de su bello púbico antoja placeres indescriptibles

Abro los párpados, cegado por el sol que, saltándose las emparradas hojas, destella un rebelde rayo sobre mis ojos adormilados, al tiempo que ella me lame los labios.

Despierto sobresaltado cuando siento sobre mi cara su baba espesa, cálida, mientras menea el rabo de alegría por el retorno del amo a la realidad...

¡Safi, no me babes! ¡Marrana!

Y complaciente le lanzo el hueso de juguete que persigue presurosa, brincando de alegría, para depositarlo a mis pies y tornar a lanzárselo en un juego sin fin...

A veces, queridas, solo a veces... lo peor viene al despertar.

Salud a tod@s