poema de albino suarez Nadie creyó en la leyenda, nadie/ y, sin embargo en la cueva,/ hubo alguien.../ Nadie conoció las fechas,/ y en el valle/ la leyenda pregonaba/ un romance.../ En la quintana, la abuela/ sabe/ cosas de sombras que llevan/ sucesos de capellanes..../ Nadie creyó le leyenda, nadie y, sin embargo, en la cueva, hubo alguien... Tañendo al atardecer, al aire, las campanas de la iglesia daban quejumbrosos ayes... "Eso no es nada. En la cueva sólo el viento es el que cabe" --dicen que siempre decía en los maitines el fraile... La leyenda por el pueblo. se fue tiñendo de sangre. Un hombre entra en la cueva y sigue cueva adelante, hasta que llega a una celda de la que dos sombras salen y que, al poco, al despedirse, el hombre conoce al fraile y conoce, aunque le cueste, a la hija del alcalde... La leyenda, con el tiempo, fue un romance... Son cosas que se contaron por malquerencia... Y el aire sigue pregonando coplas que ya no recuerda nadie... En la quintana, la abuela sabe cosas de sombras que llevan sucesos de capellanes... Al hombre que entró en la cueva nadie lo ha visto más tarde... Y con el tiempo la historia acabó siendo romance... Un besín |