Castrillón - Asturias

El día 17 de agosto, en el concejo de Castrillón a las ocho de la tarde marchó la luz.
Fue un leve apagón que duró apenas unos segundos. El tiempo justo para desprogamar algún electrodoméstico enchufado, y poco más.

Tony, el actual propietario de la emblemática sidrería Casa Gilo (Ahora el "Llantar de Tony" -según ciertas camisetas marcadas a efectos propagandísticoas-) salió a la pequeña acera donde, a modo de terraza, nos sentamos lo más habituales parroquianos a ver pasar el tráfico hacia las vecinas playas, y expresó su parecer ex cátedra:

,- Debe haber tormenta pa la mar...
-Aunque solo un pertinaz orballo que duraba ya días y días, empecinábase en mantener los caminos encharcados, los sucos gotosos y las playas vacías-

No, no había tormenta:
Un poco antes, en la línea de alta tensión que atraviesa la aldea de Samartín cerca de Garabiza, el Fondón y Pinos Altos, canino de la Real Compañía, posáronse tres hermosos cuervos de brillante plumaje negro, y desde aquel alto oteaban las inmediaciones del Pozarón (dos lagunas misteriosas que nos hablan de hadas, trasgus y Xanas), la vecina fuente del Truébano (con sus aguas mágicas) y la bajada a Salinas por La Carril, al tiempo que, como es habitual en ellos, estiraban las alas para arreglar las plumas, con tan mala suerte que tocaron el cable haciendo masa con las patas, lo cual produjo tal chispazo que los fulminó en el acto, viniéndose a tierra literalmente fritos por la descarga.
Esto vió Sin el Albardero, vecino de Piedras Blancas con intereses en Garabiza, testigo presencial del incidente... que a mi me contó Cholo el Ardillo: gran naturalista y tenaz observador (cuando no compilador) de animales, plantas y minerales, quien buscó y enterro los restos de aquellos pobres animales para que las consiguientes parejas cejaran en su desesperada insistencia de graznar, imtentando que aquellos despojos volvieran a levantar el vuelo, ignorantes de tan fatídico desenlace.

Ahora mismo, mientras os transcribo estos leves acontecimientos, desde el lugar de Garabiza, en la aldea de Samartín, siento todavía el graznar atormentado de las solitarias parejas que reclaman a sus compañeros, vilmente asesinados por la polémica línea de alta tensión que atraviesa impunemente nuestro Concejo de Castrillón.

que buen relatoooo

vaya calor, todo un veranillo

si no hay tendido no tenemos luzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz. ger

Hágase la luz, dijo Dios, y se fundieron los plomos

es la tormentaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

pues eso pasa por tocar cables ..pero si queremos luz tien que habelos..jolin.

co lo la repera

jejeje que bueno