EL CUCHARON EL CUCHARON. Juan invita a su madre a cenar una noche en su apartamento de soltero. Durante la cena la madre no pudo menos que reparar en la hermosa que era Lourdes, la compañera de apartamento de su hijo. Durante mucho tiempo ella había tenido sospechas de que su hijo tenia relación con Lourdes, y al verla la sospecha no pudo sino acrecentarse. En el transcurso de la velada, mientras veía el modo en el que los dos se comportaban, se pregunto si estarían acostándose. Leyendo a su madre el pensamiento Juan le dijo: Mamá, se lo que estas pensando, pero te aseguro que Lourdes y yo solo somos compañeros de casa". Aproximadamente una semana después, Lourdes le comenta a Juan que desde el día en que su madre vino a cenar, no encontraba el cucharón grande de plata para servir la sopa. Juan contesta que, dada la posición de su madre, dudaba que se lo hubiese llevado pero que le escribiría una carta. Así que se sentó y escribió: Querida Mamá: No estoy diciendo que tu cogieras el cucharón de plata para servir sopa pero tampoco estoy diciendo que no lo cogieras, pero el hecho es que este ha desaparecido desde que tu viniste a cenar a casa. Unos días mas tarde Juan recibe una carta de su madre que decía: Querido hijo: No estoy diciendo que te acuestes con Lourdes o que no te acuestes con ella, pero el hecho es que si Lourdes se acostara en su propia cama ya habría encontrado el cucharón de plata para servir la sopa. Con cariño Mamá. |