El rincón de la poesía Fernando Villalón Daoíz y Halcón, conde de Miraflores de los Ángeles (Sevilla, 31 de mayo de 1881 - Madrid, 8 de marzo de 1930), poeta y ganadero español. Fue condiscípulo en El Puerto de Santa María de Juan Ramón Jiménez cuando ambos estudiaban bachillerato. Vivió casi siempre en Andalucía dedicándose a la agricultura y la ganadería de reses bravas. Fue un lector compulsivo pero desordenado de cosmogenia, poesía vieja y nueva, tauromaquia, espiritismo etcétera. Sus amigos, los miembros de la Generación del 27, especialmente Rafael Alberti, admiraban su enorme vitalidad y generosidad. Fundó y dirigió la revista Papel de Aleluyas, impresa en Huelva y Sevilla entre 1927 y 1928. Su poesía, muy imaginativa, anticipa a veces el Surrealismo Sus últimos años los pasó en la ruina absoluta. Ruina a los que le habían llevado aquellos "negocios absolutamente poéticos" de los que hablaba Alberti. Gastó una gran parte de su fortuna heredada buscando y queriendo conseguir una ganadería de toros con los ojos verdes, mito de la Atlántida, conseguir el toro-dios del relato platónico; y otra gran parte la gastó comprando tierras en busca de Tartesos. **** Diligencia de Carmona Por los alcores del Viso siete bandoleras bajan. Luis Cancio, El Cencerro, Satanás y Malafacha. Tragabuches, Juán Repiso Y el capitán, Luis de Vargas. Diligencia de Carmona, la que por la vega pasas caminito de Sevilla con siete mulas castañas, cruza pronto los palmares, no hagas alto en las posadas, mira que tus huellas huellan siete ladrones de fama. Diligencia de Carmona, la de las mulas castañas. Remolino en el camino, siete bandoleros bajan de los alcores del Viso con sus hembras a las ancas. Catites, rojos pañuelos, patillas de boca de hacha. Ellas, navaja en la liga; ellos, la faca en la faja; ellas, la Arabia en los ojos; ellos, el alma a la espalda. Por los alcores del Viso siete bandoleros bajan. - Echa vino, montañés, que lo paga Luis de Vargas, el que a los pobres socorre y a los ricos avasalla. Ve y dile a los milicianos que la posta está robada y vamos con nuestras novias hacia Écija la llana. Echa vino, montañés, que lo paga Luis de Vargas. (Fernando de Villalón) |