Boquerizu - Asturias

Y a muchos nos pasa que no queremos. Es como con todo. Un poco por hacer el chiste: aparte de que haya tres tipos de personas, las que saben contar y las que no, hay básicamente dos tipos más: las que dividen a las personas en dos tipos y las que no las dividen. Dividir a las personas en dos tipos es muy fácil, porque se acierta casi siempre, si se pone un mínimo de cuidado. A muchos nos pasa que queremos cumplir los sueños de otros, y a muchos nos pasa que no queremos. A muchos nos pasa que cumplimos los sueños, sean los nuestros o sean los de otros, y a muchos nos pasa que no los cumplimos. A muchos nos pasa que nos gustaría que el Barça remontase, y a muchos nos pasa que no nos gustaría. Y todo así. Algo parecido son los aforismos, de las sentencias, de las frases hechas, de los dichos bien dichos. Incluso de los dichos dichos regular. Valen lo mismo del derecho que del revés. Ahí tienen los refranes. A quien madruga Dios le ayuda, pero no por mucho madrugar amanece más temprano, con lo que no sabe uno a qué atenerse. O bien: ¿vale más pájaro en mano que ciento volando, o vale más pájaro volando que ciento en mano? Pues según. A muchos nos pasa que miramos los pájaros, y a muchos nos pasa que nos los comemos. Hay dos tipos de personas, no quisiera insistir: uno, y los otros. Y en mezclar los dos tipos con algo de sentido, a uno mismo con los otros, y sin demasiadas palabras cursis, la vida se nos va.
Pero no estábamos a esto, "gente que tiene todo lo que desea pero, aún así, es infeliz. Aunque es cierto que es una tendencia habitual. A muchos nos pasa que queremos cumplir los sueños de otros, sueños heredados que no nos hacen felices. En mi generación hay muchos casos de este tipo", y por eso, a lo mejor, este tembleque: a ver si va uno a ser un caso de ese tipo, de los que quieren cumplir los sueños de otros, sueños heredados que no les hacen felices, y se entera ahora. Sería un lío. Cumplir los sueños de otros debe de ser como mirarlos, a los otros, mientras los duermen: son cosas que no se convalidan. Lo que no duermas tú no te descansa. Lo que no sueñes tú no te despierta. Así que con esto, a lo mejor, lo mismo: para un individuo, la manera de ponerse a salvo del fracaso de sus sueños no es renunciar a sus sueños, sino fracasar con los sueños de los otros. Por eso tanto titulado. Por eso tanto Díaz Ferrán, en fin, y tan pocos poetas.
Por lo demás, lo que imprimió aquel bonaerense en su camión y que tanto gustó a Borges: "Antes te soñaba, ahora no me dejas dormir". Los sueños, y los camiones, es lo que tienen.