13-02-09 13:23 | #1775622 -> 1774260 |
Por:Holmes ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: la censura de los hombres ¡Gracias por la dedicatoria, en la medida que me corresponde! Creo interesante hacer una breve reseña biográfica de su autora, ya que poetas/poetisas de esa calidad no se prodigan en estos tiempos. SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ (Juana Inés de Asbaje y Ramírez; San Miguel de Nepantla, actual México, 1651 - Ciudad de México, id., 1695) Escritora mexicana. Fue la mayor figura de las letras hispanoamericanas del siglo XVII. Niña prodigio, aprendió a leer y escribir a los tres años, y a los ocho escribió su primera loa. Admirada por su talento y precocidad, a los catorce fue dama de honor de Leonor Carreto, esposa del virrey Antonio Sebastián de Toledo. Apadrinada por los marqueses de Mancera, brilló en la corte virreinal de Nueva España por su erudición y habilidad versificadora. Pese a la fama de que gozaba, en 1667 ingresó en un convento de las carmelitas descalzas de México y permaneció en él cuatro meses, al cabo de los cuales lo abandonó por problemas de salud. Dos años más tarde entró en un convento de la Orden de San Jerónimo, esta vez definitivamente. Dada su escasa vocación religiosa, parece que sor Juana Inés de la Cruz prefirió el convento al matrimonio para seguir gozando de sus aficiones intelectuales: «Vivir sola... no tener ocupación alguna obligatoria que embarazase la libertad de mi estudio, ni rumor de comunidad que impidiese el sosegado silencio de mis libros», escribió. Amor empieza por desasosiego, solicitud, ardores y desvelos; crece con riesgos, lances y recelos; susténtase de llantos y de ruego. Doctrínanle tibiezas y despego, conserva el ser entre engañosos velos, hasta que con agravios o con celos apaga con sus lágrimas su fuego. Su principio, su medio y fin es éste: ¿pues por qué, Alcino, sientes el desvío de Celia, que otro tiempo bien te quiso? ¿Qué razón hay de que dolor te cueste? Pues no te engañó amor, Alcino mío, sino que llegó el término preciso. | |
Puntos: |
16-02-09 01:01 | #1785854 -> 1775622 |
Por:ardilla picara ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: la censura de los hombres Veo que te gustan los buenos/as poetas en base a lo bien informado qué estás,me alegro, y me dá la impresión de que éres una persona culta,enhorabuena, pués de las personas cultas o con inquietudes por aprender hay que tomar ejemplo,y te voy a sequir dando la vara,porque a mi tambien me gusta la poesia,¡ojalá tuviese mas tiempo! CENA JOCOSA En jaén donde resido, vive don Lope de Sosa, y direte, Inés, la cosa más brava de él que has oido. Tenia éste caballero un criado portugués... Pero cenemos, Inés, si te parece, primero. La mesa tenemos puesta lo que se ha de cenar,junto; las tazas y el vino,a punto: falta comenzar la fiesta. Rebana pan .Bueno está. la ensaladilla és del cielo, y el salpicón, con su ajuelo, ¿nó miras que tufo dá? Comienza el vinillo nuevo y héchale la bendición: yó tengo por devoción de santiguar lo que bebo. Franco fué,Inés,ése toque, pero arrrójame la bota; vale un florin cada gota de este vinillo aloque. ¿de qué taberna se trajo? Mas yá;de la del cantillo; dieciseis vale el cuartillo; no tiene vino más bajo. Por Nuestro Señor,que és mina la taberna de Alcocer; grande consuelo és tener la taberna por vecina. Si és o nó invención moderna; vive Diós que nó lo sé; pero delicada fué la invención de la taberna. Porque alli llego sediento, pido vino de lo nuevo, mídenlo,dánmelo, bebo, págolo y voyme contento. Esto,Inés, ello se alaba; nó és menester alaballo; sólo una falta le hallo; que con la priesa se acaba. La ensalada y salpicón hizo fin;¿que viene ahora? La morcilla,¡Oh,grán señora, digna de veneración! ¡Qué oronda viene y qué bella! ¡qué través y enjundias tiene! Paréceme,Inés, que viene para que demos en ella. Pues,¡sús! encójase y entre, que és algo estrecho el camino, Nó heches agua,Inés, al vino, no se escandalice el vientre. Echa de lo trasañejo, porque con más gusto comas; Diós te salve que asi tomas, como sabia,mi consejo. Mas,dí,¿no adoras y precias la morcilla ilustre y rica? ¡cómo la traidora pica! Tál debe tener especias. ¡qué llena está de piñones! Morcilla de cortesanos, y asada por ésas manos, hechas a cebar lechones. ¡Vive Diós que se podia poner al lado del rey, puerco,Inés, a toda ley, que hinche tripa vacia! El corazón me revienta de placer .Nó sé de ti cómo te vá.Yó,por mi, sospecho que estás contenta. Alegre estoy, vive Diós. Mas óye un punto sutil; ¿nó pusiste allí un candil? ¿Como remanecen dós? Pero son preguntas viles; yá sé lo que puede ser; con éste negro beber se acrecientan los candiles. probemos lo del pichel. ¡ Alto licor celestial! Nó és el aloquillo tal, ni tiene que ver con él. ¡Qué suavidad! ¡Qué clareza! ¡Qué rancio gusto y olor! ¡Qué paladar!¡Que color, tódo con tanta fineza! Mas el queso sale a plaza, la moradilla vá entrando, y ambos vienen preguntando por el pichel y la taza. Prueba el queso,que és extremo; el de Pinto no le iguala. Pues la aceituna nó és mala, bien puede bogar su remo. Pues ház, Inés, lo que sueles; daca de la bota llena seis tragos. Hecha és la cena; levántense los manteles. Ya que, Inés, hemos cenado tán bien y con tánto gusto, parece que será justo volver al cuento pasado. Pués sabrás, Inés, hermana, que el portugués cayó enfermo... Las once dán,yó me duermo; quédese para mañana. | |
Puntos: |
Tema (Autor) | Ultimo Mensaje | Resp | |
Hombres ........ Por: LAURAGON | 30-10-08 13:02 perdido | 1 |
![]() | ![]() | ![]() |