Barcia - Asturias

Los eurodiputados del PSOE y el de UPyD introducirán hoy en el registro del Parlamento Europeo un cambio en el sentido de su voto en la enmienda relativa a volar en turista en vez de en primera clase en los viajes cortos, informaron hoy fuentes de los partidos. No obstante, a pesar de este intento de lavar su imagen continuarán disfrutando de los mejores asientos de los transportes y no se congelarán los sueldos complementarios para dietas o gastos de representación.

La red social Twitter es un hervidero de críticas contra sus señorías, las mismas que dan el visto bueno bueno a las reformas que merman la economía de las familias y hogares ante la subida de impuestos y congelación, o bajada, de los sueldos.

Los europarlamentarios cambiarán su voto negativo por una abstención en la enmienda a volar en turista para viajes de menos de cuatro horas. Un hecho que no cambia nada. La enmienda formaba parte del prespuesto global de 2012, al que la Eurocámara dio ayer su visto bueno.

Los únicos eurodiputados españoles que votaron a favor de la enmienda que pedía "apretarse el cinturón" en los desplazamientos en avión fueron Ramon Tremosa (CiU), Oriol Junqueras (ERC), Raul Romeva (ICV) y Rosa Estarás (PP). Se abstuvieron desde el principio María Badía (PSOE) e Izaskun Bilbao (PNV).

Pese a cambiar el sentido de su voto -los dieciocho socialistas españoles y Francisco Sosa Wagner- el resultado de la votación seguirá siendo negativo y los miembros del PE seguirán volando en primera en vuelos de menos de cuatro horas.

Tampoco prosperó una enmienda que abogaba por congelar los complementos al salario, como las dietas o gastos de representación, y que fue rechazada por la mayoría de la Eurocámara.

La Eurocámara votó ayer por aumentar un 2,3% el presupuesto para 2012 y no ha aceptado por amplia mayoría ni las enmiendas que pregonaban ahorrar en gastos de viajes ni congelar sus complementos al sueldo como las dietas.

El próximo año, el Parlamento Europeo (PE) contará con un presupuesto de 1.725 millones de euros, lo que representa un incremento del 2,3% con respecto a 2011, cinco décimas por debajo de la tasa actual de inflación en la UE.