Avilés - Asturias

Una noche soñé que iba andando por la playa con Dios y que se proyectaban en el cielo muchas escenas de mi vida. En cada cuadro veía huellas de pisadas en la arena. A veces, las de dos personas y otras sólo las de una. Observé que durante los periodos más difíciles de mi existencia se veían las huellas de una sola persona. Y dije:

- "Me prometiste, Señor, que siempre caminarías a mi lado. ¿Por qué cuando más te necesité no estabas conmigo?"

Él respondió: "Cuando viste las huellas de una sola persona, hijo mío, fue cuando tuve que llevarte en brazos".

(Anónimo)

Pues a mi un día se me apareció la Virgen. En Segovia no, en La Maruca.

Salía yo un poco achispado por los cubalibres de garrafa que venden en el puticlub El 69, eché a andar por la acera, y al dar la Curva de la Cristalería, pude contemplarla. ¡Una visión celestial!:

Ella estaba debajo de una farola, vestía una minifalda tan corta que enseñaba todo lo que llevaba debajo, peludo y rico. Iba sin bragas, porque en el cielo no hacen falta... al parecer. Y con la mano daba vueltas a un bolso de mano como si fuera un molino de viento.

Y me quería llevar con ella al cielo, porque al pasar yo, me dijo con voz aguardentosa:

,-¿Subimos Chato?

Sé que era al cielo a donde me quería llevar porque me descubrió aun más sus poderes divinos al añadir:

,-Te haré ver las estrellas.

Después me fijé que detrás de ella estaba la iglesia... ¡No me digáis que no es un relato de la hostia! Y real como la Santísima Trinidad

jolines