Avilés - Asturias

En vista de que hay gente que sigue dando la tabarra con la Iglesia, con el único afán de ofender, y que no hace más que soltar tonterías, sin ninguna base, y maleando la realidad, y ante el hartazgo, frente al resentimiento e ignorancia que demuestra, bien por hacer sido sodomizado de niño (verdadera obsesión demuestra con la sodomización), o porque gusta de llevar faldas, o bien porque añora aquellos días en que se quemaban iglesias, se violaban monjas, o se asesinaba a gente por el mero hecho de ir a Misa, me veo obligado a aclarar ciertas cosas, a saber:

1º- La casilla de la Iglesia católica, en el IRPF, es voluntaria. El que no quiera, que no la marque.
2º - Como obra humana, la Iglesia es imperfecta, y por ende, dentro de ella, hay gente imperfecta que comete atrocidades, y que merecen toda condena y castigo. Pero también hay una inmensa mayoría gente buena que vive para los demás. Generalizar es de personas poco inteligentes (y lo demuestran día a día).
3º - Al que no le guste la Iglesia, por lo menos, que respete a los demás, y que sea coherente con lo que predica, ya que es muy fácil criticar, y luego aprovecharse de sus múltiples aportaciones sociales. Sinceramente, no me creo que los que tanto abren la boca, no tengan a sus parientes enterrados en un Camposanto, por poner un mínimo ejemplo.
También podríais ir a trabajar en Navidad, Semana Santa, o los domingos, en lugar de holgazanear de bar en bar. Os recuerdo, a los no creyentes, que, en las fechas señaladas, no tenéis nada que celebrar, así que, a ser solidarios (sí, eso de lo que alardeáis), y a cotizar.
Por otro lado, no sé que pintan ciertas personas que hablan por aquí, cantando la Salve Marinera, o hablando de la Santina de Galiana. Muy poca coherencia veo...
4º - Los que tachan de carcas a los eclesiásticos, saben muy poco de historia, ya que, durante siglos, la Iglesia ha sido el motor de la ciencia, la cultura y el avance social del mundo, a través de los trabajos en los monasterios, conventos, colegios, y demás centros eclesiales.
5º - Echo de menos una crítica al Islam, que denigra a las personas, sobre todo a las mujeres, e incita a la violencia, a través de los suras del Corán. El cristianismo se basa en el amor al prójimo y en hacer el bien a los demás. Sólo una mente degenerada puede criticar eso.
6º - La Iglesia ahorra al Estado más de 31.000 millones de euros. Es la cifra que tendría que costear el Estado español para sustituir la labor social que realiza la Iglesia. Levantar sus colegios y hospitales, atender a los enfermos, ancianos, marginados, niños e indigentes, mantener las instalaciones... toda una red de actuaciones que se sostiene gracias a la esmerada y silenciosa labor de los católicos.
7º - Las distintas congregaciones religiosas mantienen en activo 5.141 centros entre guarderías, centros de Educación Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato, en cuyas aulas se sientan 990.774 alumnos. Según la estimación del ex Secretario de Estado de Universidades, Álvaro Marchesi, el coste medio por alumno es de 2.989 euros. Así, la Iglesia se gasta en sus alumnos unos 2.962 millones de euros, pero con la ayuda de 1.783 millones que aporta el Estado, la cifra se reduce a 1.178. A esto hay que añadir que si, construir un colegio público cuesta alrededor de 3 millones de euros, el Estado debería invertir 15.423 millones para ofrecer el mismo servicio que hace la Iglesia –algo menos que el presupuesto de 2004 para los ministerios de Defensa, Interior y Fomento.
8 - Si la Iglesia no prestase sus servicios, tendrían que aumentarse los impuestos. El beneficio es doble: para los beneficiados y para los contribuyentes.
La obra sanitaria de la Iglesia no es menos esmerada. Sus 107 hospitales, 128 ambulatorios y dispensarios, 876 centros para ancianos, enfermos crónicos, terminales y minusválidos, atienden a 387.356 personas al año. Para ello cuenta con 51.312 camas que le cuestan 270 euros al día. O lo que es lo mismo, 5.056 millones de euros al año. Además, teniendo en cuenta que construir un hospital cuesta del orden de 50 millones de euros, y el resto de los centro unos 4 millones, el Estado deja de hacerse cargo de 5.350 millones en hospitales y de 4.016 en otros centros. La obra social de la Iglesia es muy amplia. Según datos del año 2000, sólo con las aportaciones monetarias de Caritas (155 millones, de los cuales 47 corría a cargo del gasto público), Manos Unidas (43 millones en 2003, con una ayuda estatal de 9 millones) y Obras Misionales Pontificias, (21 en 2000), el Estado tendría que haber aportado 163 millones.
9º- Además, financia el 80 por ciento del patrimonio histórico y artístico de España.
10 - Los ingresos de la Iglesia, en lo que exceden de los gastos necesarios para subsistir, van destinados íntegramente, a obras sociales y de caridad. Si tan solidarios sóis, dad lo que os sobre a vosotros para atender a la gente necesitada, en lugar de ir a festejos de pseudo-terroristas revolucionarios (véase revolución del 34), a tirar el dinero en drogas o alcohol, o en hacer el payaso. Esos comportamientos, junto a la manera de expresaros, os acerca más a los animales, a la par que os aleja del avance y la civilización.
11 - Antes de abrir la boca, enteraos un poco de lo que habláis.
12 - No voy a entrar en el tema de la carencia de valores de que adolecéis, por dos motivos:
a - Jamás lo entenderíais, ya que vuestro vacío espiritual os impide ver más allá del mero hedonismo. El diálogo está muy bien, y es fructífero y provechoso con gente razonable y preparada, que, aunque no piense como tú, sea respetuosa. En caso contrario, es perder el tiempo.
b - No estoy yo aquí para dar clases a acémilas que no hacen más que soltar bilis.

Un afectuoso saludo.

pd: Me hace una gracia enorme que se hable de "tirar" dinero, cuando un alto porcentaje de la población, se escaquea cuando puede del trabajo, la Seguridad Social y el sistema de subsidios por desempleo no da más de sí, y estamos manteniendo un sistema inviable e innecesario de Comunidades Autónomas que no hace más que derrochar a manos llenas, encabezado por una panda de gorrones a los que habéis, sin duda, votado y que se están enriqueciendo a vuestra costa, y con vuestra aquiescencia.
El problema no es la Iglesia, es la sociedad que, vosotros, los que criticáis, repletos de hipocresía, habéis creado con vuestros votos e ignorancia.
Ahora, no protestéis, tenéis, ni más ni menos, lo que os merecéis.
Por lo menos, siempre os quedará rezar, y, si os van muy mal las cosas, siempre podréis pedir la ayuda de la Iglesia.