Avilés - Asturias

Que envidia, vaya vistas que tienes, jo, mi sueño, vivir mirando al mar.
Tienes mucha suerte. Un besin.

La sardinera de adopción.

Muchas gracias sardinera,la verdad que si,es un sitio privilegiado,yo necesito tener el mar cerca si no no seria capaz de vivir aqui,cuando viajo a algun sitio del interior me ahogo por que me falta el mar.

Otro besin para ti

Eso pensaba yo , que lejos del mar me moriría.
Te voy a contar una anécdota. Cuando me casé me fuí a vivir a Vitoria, echaba tanto de menos el mar, que algún dia por la mañana cuando me asomaba a la terraza para ver que día hacía, me olía a mar. Se lo comentaba a mi marido, y claro se reía de mi, me decía, "como no sea de la pescadería de enfrente..."

Pero no me he muerto, luego viví en Santander, allí era feliz, ahora llevo en el interior 21 años, sigo echando de menos el mar, pero que le vamos a hacer. De vez en cuando me voy a mi tierrina y me empapo de su olor.

Un besín.

La sardinera de adopción.

Hola sardinera,¡¡que tendra el mar que los que hemos nacido al lado de el nos engancha de esa manera!!!

Yo puedo ir pocas veces a la tierrina,pero cuando cruzo el puente de los santos en Ribadeo,me entra un recosquilleo en el estomago....

Mis hijos que han nacido aqui,me preguntan a veces por que no nacieron en Asturias,se vuelven locos por ir alla.

Mi hijo tiene colgada la bandera de Asturias en su habitacion,y me gusta que quieran tanto a mi tierra.

Un besin

De los tres hijos que tengo, solo uno es asturiano, quiero decir, que solo uno nació en Asturias, pero los tres la llevan dentro, les encanta ir. Hasta el pequeño, que se siente sardinero hasta las trancas, y sin embargo que nadie le hable mal de Asturias o de los asturianos...

Este pueblo en el que vivo, en el verano se llena de asturianos, y hace años uno de mis hijos, el asturiano, subió un dia a casa y me dice que si los niños del patio son extranjeros, pues no les entendía. Cuando le dije que eran asturianos... le sentó mal, y me recriminó el que nunca le hubiese enseñado el bable, ya ves, no se tú, pero yo viví en una época en la que decir alguna palabra en asturiano en el colegio, era motivo de una torta o de un castigo por inculta y paleta. Ahora él, hace años ya, se dedica a recopilar todos los dialectos que puedan existir del bable, y pretende enseñárselos a su hija.
En mi salón, lo primero que se ve al entrar, es una bandera de Asturias, y una réplica de la cueva y de la Virgen de Covadonga, en pequeño, claro.

Un besin, la sardinera de adopción.