Avilés - Asturias

Alguna vez digo: “yo me crie en Sanbalandrán”.Y casi es la verdad. Y todavía voy por allí de vez en cuando.
Aprendía allí a nadar cuando la palabra piscina no se conocía, y como me gustaba el agua, la pesca y todo lo que se movía en ese entorno, fue mi medio hasta que desapareció todo por la contaminación y el baño era impracticable. Creo recordar que allá por el 71-72 me di mi último baño en el agua ya marrón oscuro.
Entre los bloques, mirando a Nieva, se cogían almejas, virigüetos (Berberechos), mejillones y xorra en abundancia para pescar. En el muelle de “Endasa”, se pescaban con aparejo fanecas,panchos, chicharrín, congrio (al que yo era ciego, al anochecer) y algun salmonete que otro; y con truel, cogíamos andaricas, cangrejos... Yo fui testigo de ver sacar algun llocantaru que otro a San Martín, que trabajaba allí en el muelle. En los arenales de marea baja, debajo las canteras, mirando a Avilés, se cogían “toneladas” de virigüetos. Luego la arena se puso negra y “voló”todo. A esa altura, en el medio la ría,pusieron una batea-mejillonera; algunos guajes intrépidos íbamos nadando hasta ella, buceábamos cogiéndo las cuerdas de cría y, a veces, pañábamos alguno.
¿ Y la Playa ?. Llena a rebosar, sobretodo los domingos. Iban y venían las lanchas desde Aviles cargadas de familias con guajes porque aquella playa no era peligrosa, bueno,menos que otras.
La “Aldeana”; la “Carmen Pola”, con Melilla de patrón; con un brazo solo y yo creo que no le hacía falta mas viendo como dominaba la lancha; la “Campolibre”; la “Campolara”; la “Buenmozo” de Miguel; la “Carmencita” de Narán; la “Divina” ... atracaban en la rampa donde los guajes revoloteábamos en el agua pidiendo que nos echaran una peseta y bucear hasta encontrarla. Recuerdo que un paisano me pidió que le sacase cangrejos; le saqué igual una docena y me dio un duro. ¡Una fiesta!
Luego, a comer la tortilla y la empanada, y lo que se terciara, en el prau, junto a los “ocalitos” y debajo los pinos. La media y media en “CasaRamiro”.
Los que éramos de allí, al atardecer, a espiar alguna pareja descuidada entre los folechos,la escasa luz y la poca gente que ya volvía a su casa despues de pasar un buen día de playa.

Veo que conoces muy bien toda esa zona, por lo que leo vivías por allí, no? Aunque creo que no somos de la misma generación, me presta leer cosas de San balnadrán, ya que yo viví allí toda la vida, hasta hace unos años que me vine para Avilés. Un saludo.

yo también soy de allí, a mi la playa de sanbalandrán ya no me tocó, yo ya fui de xagó, que pasé toda mi infancia y parte de la juventud allí, íbamos andando y lo pasabamos como los indios, bañándonos en los pozos que se formaban y luego comiendo el bocata. alguna vez fui a la del arañón y ahora voy de vez en cuando pero al bar, a tomar algo, sobre todo en verano.
qué tiempos aquellos...como presta recordarlos...

Hay un hecho en torno a la playa de Sanbalandrán que me gustaría relatar. Es parte de nuestra memoria y la historia.Prometo, en este caso, que no lo hago con intenciones políticas.
Todos los veranos, en Agosto, atracaban en el muelle de Endasa dos barcos importantes con un personaje todavía mas importante en la época: Franco, con el “Azor” y el “Hernán Cortes”, de escolta.
Normalmente, se difundía en la prensa el día antes, pero los que estabamos por allí, sabíamos de su llegada porque dias antes, las brigadas de limpieza se afanaban en dejar carretera, muelle y el entorno como la patena.
Las horas previas a la llegada, se hacían notar porque por la playa, el monte y todos los accesos, se veían guardias civiles por todos los rincones y al muelle no dejaban pasar a nadie. Los guajes nos suvíamos al monte, encima de la playa, pero nos echaban rápido.
Entre la gente, el comentario era si “vendrá, no vendrá”, “donde dormirá”: si en el Palacio de Macua en Nieva, que si en La Granda, en el yate, en Llanera,el pueblo de la Carmen. Todo eran especulaciones infundadas. Alguna vez se veían saliar coches negros camino de Aviles sin que se supiera quien iba dentro.
Al mediodía siguiente, marchaban y entonces si dejaban arrimarse algo mas. Los guajes alujcinábamos viendo el “barco de guerra” salir por la ría hacia la bocana . Algunos corrian alrededor de Zeluan hasta el Faro, incluso. Iba camino de San Sebastian, a entregar la “bandera” de la regata de la “playa de la Concha”; o eso decían.
Eran otros tiempos.

CUÁNTO ME ALEGRO DE QUE HABLÉIS DE SAN BALANDRÁN, YO APRENDÍ A NADAR EN ESA PLAYINA,TENÍA UN TRIKINI AZUL Y ROJO QUE VENIA PA CASA MARRÓN,AHORA SE LO CUENTO A MIS HIJAS Y ALUCINAN.NOS BAÑABAMOS EN GRASA,ACEITE ,PERO QUE SABÍAMOS NOSOTROS DE ESO? LO DE FRANCO A MÍ TAMBIÉN ME TOCÓ,UNA VEZ PASAMOS AL MUELLE,Y ESTÁBAMOS AL LAO DE SU HERMANA QUE LLEVABA EL BOLSO ABIERTO,NOSOTROS MIRANDO COMO TONTOS,ESO ERA COMO UNA FIESTA,VER A FRANCO DE CERCAAAAAAAAAA,IMAGINAROS.