Suflí - Almeria

Hacia algún tiempo que no me asomaba yo aquesta colina pero llegan a mis oídos palabras que atraviesan las montañas y resquebrajan el eterno lugar de descanso al que pertenezco, avisándome que ha despertado y salido de paseo como cada cierto tiempo suele hacer.

Mal postre la primavera es, para hacer una elección, ya que al que viene lleno le puede indigestar y al que viene con hambre le puede no saciar.

Sentado, desde aquí veo a los niños jugar, accedo a la breve cronología que me permite mi edad y recuerdo carreras en la plaza, por las calles, invalorables momentos juntos en la fuente. ¡Qué dulce se vivía, asilvestrados, en la ignorancia de la inocencia! Donde todos te sonríen y mereces la atención de sus brazos y miradas. Donde rodeado de amigos te echabas en un bancal a comer fruta por las tardes, cuando jugabas a mecer el tiempo a tu cálido antojo.

Me veo crecer, crecer lejos, allí aprendo a valorar lo que he tenido, su significado, me regocijo en candidos tiempos con la quimera de que permanezcan, y cual la piel de una naranja se graban en mis entrañas los sentimientos que nacen por el paisaje que ahora observo. Que siga escondido, no quiero que lo descubran.

Ahora soy yo el que tiene la edad de los que siempre he mirado. Bofetones da el tiempo sobre mis cimientos. El respeto siempre impera, sin duda, hacia los sabios mayores. De pequeño me cantaban canciones que no quería escuchar, necesario bagaje.

Y miro mi aterciopelada niñez, presente en cada esquina de Suflí, agrietada y agredida por los que han dejado de sonreírme para cobrarme el diezmo haber crecido y ser MAYOR, estupida herencia que pasa por nuestras manos. Maldito tiempo, ladrón de fuerza y pensamientos. Observo comportamientos que no entiendo en personas que admiro, en buenas personas, que se ciegan en su PLAZA creando un sucio y maloliente ambiente en el resto de Suflí, ¿Será que solo los abuelos han añorado el tesoro que tenemos? ¿Será que nunca se han alejado lo suficiente de Suflí como para darse cuenta de lo que significa? ¿Será que estoy fuera de lugar?

Me ofende pensar que os podáis lavar las manos para dirigir pulchinelas mientras cerráis los ojos y os olvidáis de lo más importante:
“Que los “de abajo” estamos muy por encima de “todo””.

Respetémonos y demos ejemplo. Volvamos a asilvestrarnos y hagamos disfrutar de la “LIBERTAD” que tenemos sobre esta, siempre importante, elección.
Que florezcan los años en nuestras miradas y se acerquen nuestras ramas para ser capaces de brindar todos juntos después de recoger nuestros frutos.
Quedamos a vuestro amparo, vigilantes. Y jamás olvidéis:

Suflí esta por encima de todo.

Un abrazo desde el filo de la loma.

Almanzor.