Suflí - Almeria

JUAN SIMPATICO FERRETERO

Con singular simpatía,
juan de Ferretería Navarro,
lo mismo te vende una grifería,
que una perola de barro.

A esta ferretería,
las mujeres vienen y van,
por gozar de la simpatía,
del simpático Juan.

Ante el, las mujeres pierden la prisa,
el tiempo no importa nada,
pues si no sueltan la carcajada,
seguro tendrán la sonrisa.

De cuarentonas a quinceañeras,
yo aseguro que es cierto,
igual separadss que solteras,
les gustaría llevarlo al huerto.

Juan es un catalán,
de una labia impresionante,
no labia de charlatán,
si no de galán, galante.

Cuando salen de la ferreteria,
observo que las crientes,
salen mas sonrientes,
que si salen del Talia.

Mi madre fué cierto día,
a comprar una cacerola,
y le dijo que la que le vendía,
era igual que la de Fabiola.

Estos vasos de alacena,
la gente se los disputa,
ayer le envié una docena,
a Teresa de Calcúta.

Esta percha tan coqueta,
la tengo en varios colores,
se las lleva el Ministro de Exteriores,
para cuando cambia de chaqueta.

Botas con puntas reforzadas,
siempre tengo algunas en la tienda,
van muy bien para dar patadas,
a los inspectores de Hacienda.

De esta asadora de pescado,
no me queda mas que una,
dos de ellas se ha llevado,
Juan Cárlos para el Fortuna.

Como esta estupenda balbacoa
de inoxidable parrilla.
Felípe tiene una en la Moncloa,
instalada en la Bodeguilla.

Una novicia del convento de Tiana,
que por cierto se llama Inés,
venia a comprar cada mañana,
y por la tarde otra vez.

A aquella novicia encantadora,
se le fastidió el invento,
pues la castigó la Superiora,
a no salir del convento.

Allí lloró su amargura,
la enamorada novicia,
ahora es monja de clausura,
según mi ultima noticia.

Por que comprendió que Juan,
no podía pensar en el casorio
pues dejaría de ser Tenorio,
Tenorio de san Adrian.

Manuel Mena