Purchena - Almeria

El juez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón se sentará en el banquillo de los acusados para responder por un presunto delito de prevaricación, tras una querella interpuesta por un sindicato de extrema derecha y vinculado al franquismo, tras la investigación que abrió el magistrado para esclarecer los crímenes de la dictadura fascista en la península y desenterrar a las decenas de miles de personas que permanecen en fosas comunes.
La internacional de este magistrado proviene de su participación, como juez instructor, del caso abierto contra Augusto Pinochet, cuya detención logró en Londres y contra las juntas militares argentinas por los crímenes durante la dictadura de éstas.

El magistrado español, que también inició la investigación de la trama corrupta del derechista Partido Popular (PP) durante la etapa de gobierno de José María Aznar, se enfrenta a una querella por prevaricación presentada por un sindicato llamado Manos Limpias, Falange y Libertad e Identidad, vinculado con la extrema derecha española y defensor de la dictadura franquista. Se da la circunstancia de que uno de los jueces amenazados de la justicia española, ya sea por narcotraficantes u organizaciones como ETA o Al Qaeda, así como repudiado por torturadores y dictadores de Sudamérica, está al borde de dejar de ejercer como juzgador por investigar la dictadura española.

Cuando germinó en este país la doctrina de la justicia universal, que permitió abrir causas contra Pinochet o Videla, diversas organizaciones de familiares y víctimas de la represión franquista reclamaron en España una condena de reparación y auxilio para encontrar a sus familiares ejecutados y enterrados en fosas comunes. El único juez que admitió a trámite la denuncia e inició el proceso fue Garzón.


Ahora, cuando surgen cada vez más voces que critican que precisamente los magistrados que juzgarán a Garzón juraron fidelidad al régimen franquista, y que hablan de una justicia que todavía tiene pendiente la transición, se admite la querella que ha provocado una movilización inédita en torno a un juez. Incluso Amnistía Internacional calificó de insólito en la lucha por la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas, que sea el juez Garzón el que se siente en el banquillo.

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VIVES CONFUNDIDO....

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YO HE IDO A CATALUNYA ESTA SEMANA......

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TE VENDRIA BIEN CONOCER PAMPLONA

NO COMMENT

Se veia venir con el bloqueo a la renovación del Tribunal Constitucional. La derecha española, históricamente, se caracterizó por su incapacidad a admitir la pérdida del poder político. Bastantes creímos que con la Transición había cambiado, pero no es así. Es la misma derecha ramplona, casposa y caciquil de toda la vida.
Lo que no entiendo es por qué tantos españoles han esperado tanto para decir "basta". Está claro que si la derecha no respeta las reglas del juego (y no lo hace), hay que romper la baraja.

Todos estamos preocupados: La crisis judicial es la crisis de uno de los tres poderes del estado; se hace evidente que esto arrastra a una crisis de la democracia en nuestro pais. Los ciudadanos comunes empezamos a sentir miedo. Sentimos especial miedo los librepensadores. Miedo a ser represaliados, igual y como se está intentando represaliar al Juez Garzón. Si hay miedo no hay democracia. Todos estamos preocupados.

Los Jueces pueden ser criticados tan igual que los miembros del poder ejecutivo y legislativo; no tienen mejor privilegio que los demás poderes del estado. Se les acabó el cheque en blanco por pródigos y dispendiosos; se lo han gastado todo con la jugada Garzón.