Olula del Río - Almeria

EL PSC, TOCADO Y HUNDIDO

El castigo de Cataluña a ZP y Montilla hace temblar a los barones

Renegó de su pasado e intentó soltar lastre prometiendo que no reeditaría un tripartito, anunció que si ganaba el de 2010-2014 sería su último mandato y dejó a José Luis Rodríguez Zapatero en segundo plano. Pero nada de eso fue suficiente.

José Montilla se convirtió este domingo en la tercera víctima de la gestión de su jefe de filas, después de que el año pasado Emilio Pérez Touriño en las gallegas y Juan Fernando López en las europeas probaran las hieles de las urnas. Aunque sobra decir que el hasta ahora presidente de catalán también ha tenido buena parte de la culpa de lo que pasó ayer.

La de este domingo era una derrota anuncia y asumida por el socialismo, pero no por ello menos dolorosa. Con todo en contra, el PSC se había puesto el listón muy bajo, confiando al menos en conservar 33 de los 37 escaños que obtuvo en las pasadas elecciones. Todo lo que fuera por debajo de eso sería un desastre sin paliativos, como así lo ha sido: 28 escaños y un 18,6% de los votos, los peores resultados de la historia de la formación, que hasta ahora lo eran los 33 diputados obtenidos en 1980.

Las caras en el cuartel general del PSC y en el del PSOE eran de funeral. Sólo cinco minutos después del cierre de los colegios, el portavoz de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, compareció para reconocer la derrota y tender la mano a Artur Mas. Mientras, José Blanco, Alfredo Pérez Rubalcaba, Elena Valenciano, Antonio Hernando y algunos otros altos dirigentes del PSOE comtemplaban la escena atrincherados en la madrileña sede de Ferraz. Zapatero ni siquiera se acercó hasta allí, sino que guardó el luto en La Moncloa.

¿Por qué no has copiado, ya que te has puesto el artículo de prensa completo?

“Montilla compareció pasadas las diez y cuarto de la noche con gesto serio pero manteniendo el tipo, y en medio de una cerrada ovación de los suyos. "Los socialistas hemos sido derrotados en estas elecciones. Nos corresponde a partir de mañana reflexionar y abrir un proceso de cambio. Tenemos que construir la alternativa al nuevo Gobierno", afirmó.

La antesala de las elecciones de mayo

Poniéndose la venda antes de la herida, Ferraz llevaba semanas circunscribiendo las elecciones de ayer al ámbito exclusivamente catalán, intentando desligar a Zapatero de un correctivo que sabían que se produciría. Sólo quedaba saber el alcance. El secretario de Organización, Marcelino Iglesias, compareció en mitad del recuento y asumir, tragando saliva, la "parte de responsabilidad" de la Dirección nacional.

Qué duda cabe de que el fracaso de Montilla es también el de Zapatero, y un aperitivo de lo que le espera al PSOE en las elecciones autonómicas y municipales de 2011. A buen seguro, los barones regionales y provinciales del partido ya han tomado buena nota de este castigo y han puesto sus barbas a remojar. Si los socialistas han sido incapaces de pasar de los 28 escaños en una tierra, Cataluña, que tradicionalmente ha sido un importante caladero de votos para el socialismo, en mayo el veredicto de los españoles amenaza con ser más contundente.

Los catalanes dijeron este domingo basta a los vaivenes de la política económica deZapatero y a siete años de matrimonio entre el PSC y el independentismo catalán. Siete años marcados por el Estatut y su periplo por el Tribunal Constitucional y por la imposición del catalán a todos los niveles y por.

En clave interna ya ha comenzado a escribirse la era post Montilla, puesto que durante la campaña él mismo abrió la puerta de salida cuando anunció que no volvería a presentarse, y este domingo siguió esa senda cuando adelantó que tampoco será candidato a la reelección en el próximo Congreso del PSC. Que Carme Chacón estuviera desaparecida durante prácticamente toda la campaña y sólo saliera a escena en sus últimos compases se ha interpretado en clave de futuro. Ella podría convertirse, a medio plazo, en la mujer que tendrá la difícil tarea de volver a levantar a un PSC que este domingo escribió su página más negra. ¿O será Celestino Corbacho el elegido? Comienza el movimiento de fichas.

"El Partido Socialista de Cataluña se recuperará rápidamente y sus dirigentes sabrán encontrar el camino para ganar de nuevo la confianza de los ciudadanos", vaticinóIglesias. Pero lo suyo era sólo un deseo en voz alta.”

¿Alguna vez serás capaz de escribir algo por ti mismo?

PERDON SEÑORITO DON GUIDO,GRACIAS POR LLAMARME AL ORDEN,NO LO VOLVER,E HACER MAS,PERO SIGUES SIENDO PESAO Y LO TUYO CON EL PUEBLO SIGUE IGUAL,ESCRIBE MENOS Y TRABAJA MAS

Si tuvieran verguenza,Montilla y ZP se irian los dos a sus casas,pero como no tienen ni una pizca seguiran chupando del bote mientras nos hunden cada dia un poquito mas.

tu te undes solo no te hace falta zp

CLARO TIRITA, CON LAS PAGAS QUE TIENE TU GENTE, COMO LA COSPEDAL, PIDES QUE SE VAYA ZAPATERO, JAJAJAJAJAJA, HABEIS PRESENTADO HASTA EL DIA DE HOY ALGUNA PROPUESTA PARA MEJORAR EL PAIS, O LA CRISIS, O CUALQUIER OTRO TEMA, VOSTOROS AHÍ, COBRANDO LO VUESTRO Y DANDO POR SACO!!!! CAMBIA EL CHIP!!!!

Los mios como tu dices, no van dandoselas de "socialistas"

No claro, ellos se las dan de partido de los trabajadores y de centro.

Lamentablemente tirita lleva razón, a la vista de las medidas adoptadas por el Gobierno de ZP, llamarlos socialistas es un puro sarcasmo. Casi tanto como decir que el PP es el defensor de los trabajadores.

En el PSOE, cuando era de izquierdas, se decía: “Lo más tonto que hay es un obrero de derechas”. Espero que los obreros lo recuerden, y que tengan tino para ubicar a Zapatero, su Gobierno y quienes le apoyan en sus antisociales medidas, en su nuevo acomodo dentro del arco político.

Décadas costará, suponiendo que queden socialistas de buena voluntad y con ganas de hacerlo, limpiar el nombre del PSOE de tanta inmundicia con la que estos “socialistas” lo están embadurnando.

El PP se autotitula de centro, pero pocos lo creen. Pues que a nadie engañe este PSOE, sus medidas económicas en nada envidian a las que adoptaría la más dura de las derechas. Incluso, pondrían rubor en las mejillas de la mismísima Margaret Thatcher.